Según indica la plataforma de datos Statista, el número de personas que sufren calvicie o caída del pelo ha aumentado con el paso de los años. Si contrastamos la cifra que se registró en 2011 (hace ya algo más de una década) con la anotada en 2017, observaremos que el incremento fue muy significativo: más de 700.000 casos de diferencia entre ambos años. Actualmente, la mayor parte de dichos casos se debe a factores genéticos, pero el estrés y la toma de ciertos medicamentos son otros dos agentes a tener en cuenta.
Aunque en el mercado hay muchas opciones para cuidar el cabello, algunas de éstas no pasan de ser productos farmacéuticos que, en ocasiones, contienen elementos químicos poco atractivos para quienes quieren combatir sus problemas capilares sin efectos secundarios. Una alternativa eficaz, y menos invasiva, es la crioterapia capilar. Esta técnica utiliza el frío con diferentes fines que pueden repercutir positivamente en la salud y estética de la persona interesada. Tal y como indica RESP (Revista Española de Salud Pública), el ECC o enfriamiento de cuero cabelludo ayuda a prevenir la alopecia.
Con el objetivo de ayudar a quienes tienen algún problema relacionado con su cabello, tanto si la situación es más grave como si no, centros Bajo Cero dispone de profesionales especializados en tratamientos capilares en Fuenlabrada (Madrid) para: mejorar la densidad capilar, combatir el picor del cuero cabelludo, favorecer la calidad de los folículos y, en definitiva, subir la autoestima de quienes recurren a sus servicios.
Conseguir una melena con volumen gracias al frío
La palabra crioterapia procede de dos términos griegos: por un lado, está crio (frío) y, por el otro, terapia (curación). Partiendo de esta base, se puede entender que la crioterapia no se aplica únicamente al cuero cabelludo, sino que se emplea también con otros fines. Aunque es un tratamiento distinto a la criolipólisis (donde se aplica el frío, en este caso, para hacer desaparecer grasa localizada en ciertas partes del cuerpo), la crioterapia capilar también utiliza el frío para tratar el cabello graso.
¿En qué consiste esta técnica?
La técnica de la crioterapia se fundamenta en aplicar frío al cuero cabelludo. En el caso de los tratamientos para el pelo en Fuenlabrada, estas bajas temperaturas permiten que la persona absorba las propiedades que se le proporcionan a través de un vial hidronutritivo.
En total, se siguen tres pasos básicos:
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En primer lugar, se toma una fotografía del cuero cabelludo de la persona. Para ello, se utiliza una cámara portátil con zoom óptico. De este modo, el propio paciente puede observar el estado de su cuero cabelludo e identificar, acompañado del personal del centro Bajo Cero Fuenlabrada, el problema que, en su caso, habría que tratar.
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A continuación, los profesionales inician un completo proceso de higienización del cuero cabelludo. Este paso se desarrolla, a su vez, en tres fases: se aplica una loción que limpia el cuero cabelludo de cualquier residuo, se extiende un champú (para lograr así una limpieza aún más profunda) y, nuevamente, se masajea el cuero cabelludo con loción.
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En último lugar, se extiende el frío por el cuero cabelludo para favorecer la absorción del vial hidronutritivo mencionado anteriormente.
¿Por qué aplicar frío y no, calor?
Un ejemplo bastante ilustrativo de por qué utilizar frío y no calor en los tratamientos capilares lo ofrecen las personas que toman medicamentos que incluyen, entre sus efectos secundarios, la caída de pelo. En estos casos, el frío ayuda a combatir la pérdida de pelo gracias a la contracción que ejerce sobre los vasos sanguíneos. Estos tubos huecos son, tal y como apunta MSD España, los encargados de transportar la sangre por el cuerpo humano. Por tanto, aplicar frío hace que no se dilaten y que la cantidad de fármaco que llega a la raíz del cabello se vea disminuida.
La crioterapia capilar no es una cuestión de hombres o mujeres
La crioterapia capilar, como otros servicios de Bajo Cero Fuenlabrada, se aplica tanto en hombres como en mujeres. Los hombres entre los 30 y los 40 años suponen la tercera parte de quienes se someten a tratamientos de restauración capilar. De hecho, España ha llegado a ser el segundo país del mundo con más calvos entre su población. Pero aparte de ayudar a frenar esta calvicie, la crioterapia capilar tiene otras aplicaciones de las que las mujeres pueden también beneficiarse.
Crioterapia como alternativa a la mesoterapia
Mientras que los hombres optan por injertos capilares, las mujeres abogan por la mesoterapia. Si comparamos esta última con la crioterapia, observaremos que la aplicación de frío en el cuero cabelludo, y el vial hidronutritivo de Bajo Cero Fuenlabrada, es una técnica menos invasiva.
En la mesoterapia, se busca introducir activos que ralentizan la caída del cabello a través de pequeñas inyecciones que se punzan en el cuero cabelludo. Los nutrientes que en la mesoterapia se inyectan, en la crioterapia llegan a la raíz del cabello gracias al frío: primero, los vasos sanguíneos se contraen por las bajas temperaturas, pero luego, con el calor, vuelven a dilatarse. Esto último permite la debida conducción hasta el folículo piloso del vial hidronutritivo aplicado previamente en el cuero cabelludo de la persona.
De este modo, sin efectos secundarios ni microinyecciones, la crioterapia se aplica tanto en hombres como en mujeres para:
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Dar vitalidad al cabello.
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Combatir la caída del pelo aplicando frío local en las áreas puntualmente afectadas por esta pérdida de cabello.
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Regular la descamación que se produce en las personas que padecen caspa, la cual puede ser un síntoma de dermatitis seborreica.
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Tratar el cabello de forma no invasiva, disminuyendo a su vez la respuesta antiinflamatoria que el organismo podría, sin embargo, experimentar con otros tratamientos capilares sí invasivos.
En definitiva, Bajo Cero Fuenlabrada destaca por la calidad de los resultados de sus tratamientos capilares y el trato que reciben sus clientes. Si quieres comprobarlo en primera persona, visita su local en Avda. de la Hispanidad 2 (esquina Calle Leganés) y comienza tu cambio.
