Comprender cómo ajustar el freno de mano

A pesar de ser muy utilizado en el día a día, pocos conductores son conscientes de la importancia de mantener correctamente el freno de estacionamiento. En muchos casos, este sistema es descuidado por los propietarios, que no llevan el vehículo a revisión, incluso cuando notan que el freno de mano no funciona correctamente.

Esta realidad, en la práctica, también contribuye a que los talleres mecánicos se ocupen poco de este tipo de servicio. Sin embargo, al tratarse de un mecanismo de seguridad -y sumamente útil-, lo ideal es que el freno de mano sea revisado periódicamente, en el momento de las revisiones y al realizar cualquier reparación de los frenos del vehículo.

El freno de estacionamiento no es más que un mecanismo de frenado existente en los vehículos y cuya función básica es “bloquear” sus ruedas traseras, impidiendo cualquier movimiento mientras el vehículo está estacionado, por ejemplo.

La idea del freno de estacionamiento, entonces, es promover el frenado del vehículo independientemente de la acción del conductor. Para ello, la forma de actuación más habitual es el uso de la palanca tradicional, que al tirar de ella extiende el cable de acero conectado a las zapatas de freno, activando así el freno de tambor de las ruedas traseras.

El freno de estacionamiento también puede funcionar junto con otros sistemas de frenado, como el freno de disco. En este caso, al tirar de la palanca, los cables cierran las pinzas, bloqueando las pastillas en la superficie del disco.

Actualmente, los vehículos más modernos ya utilizan frenos de estacionamiento electrónicos, cuya activación se realiza de forma diferente, con la ayuda de motores eléctricos que, al activarse, promueven el cierre de las pinzas de freno.

Imagen del freno de mano tomada de autodoc.es

¿Por qué es tan importante el ajuste del freno de estacionamiento?

Todos los sistemas de freno de mano requieren un ajuste inicial, y los que son de cable, aunque sean de disco, necesitan ser evaluados periódicamente. Esto sucede debido a que existe un desgaste continuo de las pastillas y balatas de los frenos, lo que aumenta la distancia que deben recorrer estas piezas hasta que entran en contacto con el disco o tambor.

Esta distancia se refleja en el momento de tirar de la palanca del freno de mano, que en ese momento se debe tirar con más fuerza para favorecer la frenada. Especialmente en el caso de vehículos equipados con un sistema de frenos de tambor, existe una necesidad aún mayor de inspección y ajuste periódicos. Esto se debe a que este ajuste, además de influir en el freno de estacionamiento, impacta directamente en la eficiencia del freno de servicio.

Además, el correcto ajuste del sistema también asegura que la fuerza de frenado se distribuya de manera óptima, evitando sobrecargar los frenos delanteros y reduciendo la probabilidad de ruidos y otros problemas. La diferencia es que en el caso del freno de estacionamiento eléctrico, existe una mayor eficiencia en términos de regulación, ya que el sistema puede adaptarse a medida que se desgastan las pastillas. Es decir, el propio sistema realiza el ajuste, compensando electrónicamente el aumento de la distancia entre el inserto y el disco.

¿Cómo se ajusta el freno de estacionamiento?

El ajuste del freno de estacionamiento es una tarea que se debe realizar con frecuencia, ya que el desgaste de los forros y pastillas, principalmente, afecta su funcionamiento. El procedimiento, aunque sencillo, varía según el tipo de freno.

Para vehículos equipados con un sistema de freno trasero de tambor, la forma correcta de ajustar es quitar la rueda trasera. Esto se debe a que, además de evaluar el desgaste de los revestimientos y la presencia de fugas en los cilindros de las ruedas, todavía es posible limpiar el sistema.

¿Qué se debe verificar en este procedimiento?

Como sabe, el freno de estacionamiento en realidad funciona al activar los frenos de servicio del automóvil. En otras palabras, no es un sistema independiente. Por esta razón, cualquier falla o ineficiencia en los frenos de servicio puede resultar en un freno de estacionamiento igualmente ineficiente.

Dicho esto, antes de proceder con el ajuste del freno de estacionamiento, es importante realizar una inspección más detallada de todo el sistema, en un intento de identificar posibles fallas. En este sentido, también es necesario:

  • comprobar el estado de las lonas y los insertos;
  • comprobar la firmeza y el recorrido de la palanca de mando;
  • analizar si hay fugas en los cilindros de las ruedas;
  • comprobar si hay bloqueos tanto en los cilindros como en los cables de accionamiento.

Todos estos puntos pueden interferir en el proceso de ajuste. Por lo tanto, si se identifica algún problema, es necesario solucionarlo antes de realizar el ajuste del freno de estacionamiento.

¿Cuáles son los riesgos de un freno de mano mal ajustado?

En la práctica, el principal riesgo de un freno de estacionamiento desajustado es la pérdida de la capacidad de bloquear las ruedas del vehículo cuando está parado.

En situaciones más extremas, como cuando se estaciona en una calle más empinada, el freno de estacionamiento puede simplemente no ser suficiente para soportar el peso del automóvil, lo que le permite moverse incluso con el freno de mano puesto.

Si el conductor se olvida de poner el vehículo en marcha, existe el riesgo de que se mueva y provoque un accidente. Además, incluso en marcha, si el freno de estacionamiento no realiza su función correctamente, todo el peso del vehículo se transfiere a las marchas de la caja de transmisión, que pueden dañarse con el tiempo. Finalmente, como se pudo percibir, el ajuste del freno de estacionamiento es un procedimiento muy importante, aunque poco valorado por los propietarios de los vehículos.

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