Comprar una vivienda: nueva o de segunda mano

Comprar una vivienda es una de las mayores inversiones que todo ciudadano hará en algún momento a lo largo de su vida. Se trata de una decisión realmente importante, por lo que conviene sopesar los pros y contras de cada una de las posibles opciones para tomar la mejor decisión de cara al futuro.

Hay que fijarse bien en todos los aspectos relacionados con nuestra elección como, por ejemplo, la localización de la vivienda, si necesitará o los diferentes impuestos que en ocasiones van implícitos en la compra. El precio también es una cuestión importante, ya que los bolsillos no se adaptan a todas las opciones disponibles. Una casa usada es mucho más barata que una de nueva construcción y tiene impuestos más bajos, pero las de obra nueva no necesitan reformas a corto o medio plazo.

Para vivir en la periferia, la opción más correcta, posiblemente, sea una casa que esté por construir. Las viviendas de segunda mano también pueden encontrarse en las zonas más alejadas de las ciudades, pero no es tan usual, ya que suelen estar en zonas más consolidadas y con más servicios.

En cuanto al precio, el metro cuadrado de las viviendas ya construidas tiene un menor coste comparándolo con los de obra nueva. Además en España, los inmuebles nuevos tienen un mayor IVA que aquellos ya usados. También hay que tener en cuenta que las construcciones nuevas suelen situarse en urbanizaciones con zonas comunes, jardines e, incluso, piscina, lo que provoca un aumento del gasto anual en pagos de cuota de comunidad. Sin embargo, si adquirimos inmuebles de segunda mano como las casas de bancos o particulares, es muy probable que no haya que afrontar gastos tan elevados.

La gran ventaja de las viviendas de nueva construcción es que se puede entrar a vivir directamente, es decir, desde el primer día de compra. Por el contrario, en otras casas puede que sea necesario realizar alguna reforma antes, ya que no todas son recientes o están bien cuidadas.

Con respecto al tamaño de las diferentes estancias de la casa, antiguamente solían construirse de mayor tamaño que en la actualidad. Parece que ahora las viviendas tienen más habitaciones, pero con los mismos metros cuadrados construidos. Por lo tanto, que queremos cuartos más grandes será recomendable echar un vistazo a las casas usadas. Aunque la obra tiene otros atractivos cómodos como habitaciones tipo suite con baño incorporado o armarios empotrados para ahorrar espacio para la posterior decoración.

En cuanto a las instalaciones eléctricas, no será común encontrarse calefacción central en las viviendas de obra nueva. Se trata de un servicio que algunas personas prefieres y que, sin duda, abarata las facturas mensualmente. Estas pequeñas elecciones van al gusto, ya que hay personas que prefieren tener sus radiadores y encenderlos en el momento que ellos prefieran. Otras instalaciones como las tuberías, estarán en peor estado en una casa de vieja construcción, a no ser que estén recién reformadas que en una de obra nueva. Conviene preguntar todas las dudas al particular o inmobiliaria que lo compremos, puesto que puede ser un futuro gasto que surja de improviso y no estemos preparados para afrontar.

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