En muchos medios se está hablando de trucos con el fin de ahorrar en electricidad en estos momentos de incertidumbre, pero lo que ocurre es que si los seguimos, no vamos a notar nada en la factura, pues de poco sirve ir por la casa apagando todas las regletas.
Sí que podemos ahorrar con la lavadora, con el calentador eléctrico y con este tipo de electrodomésticos que son los que de verdad aumentan el consumo, y los que de verdad se reflejan en la factura de la luz.
Bajando la temperatura a la lavadora
Hemos de tener siempre en cuenta que los electrodomésticos que más electricidad gastan son los que calientan, en especial los que lo hacen con una resistencia.
Esto es lo que ocurre con las lavadoras, por lo que una forma real de bajar el consumo es ponerlas a menos temperatura, incluso con agua fría si la ropa no tiene manchas visibles, aunque también podemos poner un programa que en lugar de a 70 grados lave a 40.
Apagar el calentador eléctrico cuando no se usa
Cuando tenemos un termo eléctrico, y además es grande, una buena parte del consumo en invierno procede de él.
Aquí, lo que podemos hacer es establecer unas horas para que funcione, concentrando las duchas en estas horas, por ejemplo en las valle, si tenemos la tarifa regulada, la cual ahora mismo es la más cara.
Con un enchufe inteligente, que vale alrededor de 15 euros, programar las horas es muy sencillo desde el smartphone, e incluso vamos a poder encender el termo con un altavoz inteligente.
Eso sí, hay que calcular bien las horas y hacer algunas pruebas al principio, pues el ahorrar no significa que nos tengamos que duchar con agua fría en pleno invierno.
¿Tenemos contratada la potencia eléctrica adecuada?
Mirando una factura de la luz veremos los kW que tenemos contratados. La potencia eléctrica para un piso suele estar entre los 3 y los 5 kW, pero lo cierto es que casi siempre hay contratados demasiados.
Mantener una potencia superior a la necesaria solo sirve para pagar más impuestos, encareciendo así la factura final, lo cual es posible remediar bajando la potencia.
Antes de hacerlo, tenemos que mirar la web de la distribuidora y en ella podemos ver las potencias máximas que hemos demandado en los últimos meses. Si comprobamos que siempre son inferiores a la que tenemos contratada, es posible bajarla.
Gracias a esta gestión que solo nos lleva unos minutos pagaremos menos y si vemos que alguna vez nos “saltan los plomos” únicamente habrá que tener un poco de cuidado y evitar enchufar electrodomésticos que gastan mucho a la vez.
Por ejemplo, no debemos hacer coincidir la lavadora con el horno, o un radiador eléctrico, el secador de pelo y el calentador a la vez, algo que iremos aprendiendo a combinar con el paso de los días.
Ahora se ven muchos consejos con el fin de que la factura de la luz sea más baja, pero la mayoría no sirven. Si de verdad queremos pagar menos debemos fijarnos en los electrodomésticos que más gastan, pues son los responsables de casi todo el consumo.
