Era un secreto a voces que hoy se ha confesado en voz alta. El Fuenlabrada necesita goles, Borja Garcés una oportunidad más grande y el Atleti que el chico tenga un club exigente y de trabajo en el que foguearse. Unas necesidades que se han cruzado y han logrado lo que quería el equipo fuenlabreño ya en verano: que el delantero juegue como local en el Torres hasta final de temporada.
Esto último, que el Fuenlabrada le quería desde el verano, lo ha confirmado Sandoval en la previa del partido de Copa del Rey ante el Levante, donde Garcés va a ir convocado e incluso tendrá minutos. Recién llegado, el atacante ya va a empezar a tener responsabilidad, y la confianza de que cumpla con las expectativas que se han creado sobre él.
Con su llegada, se cumplen varios objetivos. El primero, sumar más goles a una plantilla que los necesita. El segundo, paliar la ausencia de Sekou Gassama (que sigue recuperándose de su lesión en los plazos previstos) y darle competencia cuando vuelva. Y el tercero, descargar de responsabilidad a un Abu Kanté que ha respondido con mucha más voluntad que acierto al reto de llevar el peso ofensivo del equipo.
Borja Garcés es un jugador al que se sigue con atención desde el Atlético de Madrid, con el que tiene contrato hasta 2022 y una cláusula de 45 millones de euros. Tiene sólo 21 años, pero ya ha estado a las órdenes de Simeone en varias ocasiones. En este curso, con el Atlético de Madrid B, el ariete ha marcado 2 goles en 335 minutos.
