Un circo llamado Barcelona

En este último año la actualidad del FC. Barcelona se ha convertido irremediablemente en un circo del que parecen no poder salir. La estabilidad que parecía iba a llegar con la presencia de Sandro Rosell en la presidencia del club nunca se ha llegado a conocer. Aquel que parecía iba a hermanar el club catalán con el resto del mundo, trayendo tranquilidad institucional al F.C. Barcelona, ha convertido junto con su junta directiva el día el día de los culés en una auténtica casa de locos.

4/04/2014 | Félix de Blas Martín

Josep María BartomeuDesde que se destapara el oscuro “caso Neymar”, no se ha vivido un día de tranquilidad en el club. Ahora, la FIFA sanciona con gravedad al FC. Barcelona y el club lejos de afrontar el problema con la rigidez que merece, lanza acusaciones veladas a altos estamentos del fútbol mundial así como al propio Real Madrid, como responsables de un gran “complot anti barsa”.

La sensación de inocencia que desde la junta directiva culé, actualmente presidida por Josep María Bartomeu, tratan de hacer creer al mundo está basada en la antigua cara de victimismo que tan bien conocen en el club catalán. Excusarse en los demás por los errores cometidos por uno mismo es una actitud propia de un patio de colegio, y lejos de la seriedad que debe transmitir una institución como el F.C. Barcelona.

Por otra parte, el club catalán parece haberse olvidado de aquellos días en que las autoridades jurídicas de fútbol español y mundial, le permitían arrojar botellas de cristal, cabezas de cerdo… etc, sin registrarse sanción de gravedad alguna. Y es la memoria de esa impunidad que tuvo durante años, la que debería de hacer rectificar en su actitud al F.C. Barcelona y asumir la sanción o defenderse legalmente de ellas.

Josep María Bartomeu debería de lanzar un mensaje de tranquilidad a su afición y rectificar las acusaciones de “complot anti barsa”, alejándose de la imagen de victimismo que pretenden ofrecer y que no hace si no manchar la historia de un gran club del fútbol español.

 

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