Supervivencia cuando no hay brillo

Empate a uno entre Unionistas y Fuenlabrada en un partido difícil para los de Mere

El C.F. Fuenlabrada viajó a Salamanca con la intención de seguir sumando de tres y dejar atrás lo antes posible la maldición que tiene como visitante desde hace meses. El partido, a priori, podía parecer propicio para conseguirlo. Tras las muy buenas sensaciones en casa (otra vez). Contra un rival, Unionistas, que todavía no había vencido en los tres encuentros posteriores. Con tres bajas, dos de ellas de centrales, pero con un once de garantías. La oportunidad estaba ahí.

En los primeros cuarenta y cinco minutos, el encuentro se pareció bastante a lo que acostumbra a ser un partido del Fuenla fuera de casa. Un encuentro igualado, con pocas interrupciones (algo favorecido por la decisión de Gómez Lameiro de dejar jugar) y con ocasiones claras por parte de ambos equipos. De Unionistas, las más, aprovechando la superioridad numérica a la hora de salir en velocidad y llegar al área. Hasta en tres ocasiones perdionaron remates que parecían claros. Avisos, en todo caso, de lo que podia llegar.

En ocasiones perdidas tampoco se quedó atrás el Fuenlabrada, que en los minutos en los que fue más proactivo que reactivo consiguió llegar con cierta claridad hasta el área de De la Cruz. Las segundas jugadas fueron su fuerte, con lanzamientos desde la frontal que encontraron al guardameta de los salmantinos.Se acabaron los avisos con el gol de los locales, un disparo de Jon Rojo desde la frontal (sin oposición) que se coló entre las piernas de Iribas y superó la estirada (sin casi visión) de Pol Freixanet.

Otra vez le tocaba al Fuenlabrada verse por detrás como visitante. Había hecho deméritos para merecerlo, y no rentabilizó sus méritos cuando pudo marcar. A la vuelta de vestuarios, durante muchos minutos, el panorama no mejoraba para los azulones. De nuevo superados en cada salida en velocidad de Unionistas, estaba mucho más cerca el 2-0 que el empate. Entre Pol y el perdón salmantino, el marcador se mantenía a tiro para los de Mere...

Y el paso de los minutos (y los cambios) le hicieron mucho bien al equipo fuenlabreño. Aguantó el chaparrón, fue en busca del empate y, tras varias oportunidades perdidas, llegó el empate. Un balón colgado por parte de Iribas (quien si no) y Bolaño remató imperial de cabeza para mandarla al fondo de la red. Tan acertado y contundente en el remate coo desacertado (e igualmente contundente) en la celebración: se llevó las manos a la entrepierna y ofreció sus genitales al viento de Salamanca. El árbitro no aceptó de buen grado el regalo y el lateral terminó expulsado con ocho minutos por jugarse.

Al final, en un partido duro y difícil, el Fuenlabrada supo aguantar el chaparrón cuando fue necesario e ir a por los puntos cuando vio la oportunidad. Pudo ganar, aunque parezca mentira, y rescató un punto que corta la maldición como visitante. Ahora, a por el Talavera.

ONCE DEL C.F. FUENLABRADA: Freixanet; Iribas, Juanma, Bolaño, Barbosa (Aguirre); Cristóbal (Enzo), Javi Robles (Bravo). Cubero (Amigo), Iban Salvador; Álex Alegría(Fer Ruiz), Diego García

ONCE DEL UNIONISTAS DE SALAMANCA C.F.: Salva; Jon Rojo, Ramiro, Mario Gómez, David Vicente; Nespral, Tropi (Óscar Sanz); De la Nava, Mawi (Losada), Beneit (Antonio Leal); Chapela (Juampa)

GOLES: 1-0 Jon Rojo, min.39; 1-1 Bolaño, min.86

ÁRBITRO: Alberto Gómez Lameiro

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