No hay redención para tanta condena

Derrota 2-1 del Fuenlabrada tras una mala primera parte que no pudo arreglar en la segunda

Una semana más, el Fuenlabrada no es capaz de salir del hoyo. El reto era difícil: sacarle puntos a un Girona que había ganado los últimos siete partidos (tres en Copa) y que jugaba en casa para confirmar que esta jornada seguiría en el playoff de ascenso. Pero una cosa es que sea difícil y otra cosa es complicarlo todavía más. 

Decía Pellicer que el Fuenla debía mirarse en el espejo del Girona, que ha pasado de estar en crisis y hundido a ser uno de los equipos más en forma del campeonato. Pero precisamente en Montilivi, cuando tuvo el espejo delante, lo que arrojó el reflejo fue la peor versión del equipo desde que llegó Pellicer. No cabe engañarse: encajó dos goles y Morro salvó dos o tres más antes del descanso. La primera mitad fue muy mala, con un equipo partido en el que la defensa se quedaba sola ante el peligro mientras que el resto estaba en zona de ataque, resultando transparentes casi todos salvo Pedro León. 

No necesita mucho el Girona para hacer daño, pero lo tuvieron muy fácil. Con treinta metros entre los defensas y el resto del equipo, ese hueco tuvo un dueño y señor llamado Samu Sáiz. Con cuarenta y cinco minutos excepcionales, dio la asistencia más lujosa para regalar el primer tanto y provocó el segundo atrayendo a todos hacia sí. Acompañado por los movimientos de Stuani, las llegadas de Baena y el apoyo de Aleix García, sólo Morro evitó que el partido estuviera sentenciado mucho antes del descanso. 

Tras el descanso llegaron los cambios, primero los de nombres. El experimento de Pol como falso extremo para terminar formando en la defensa de cinco llegó a su fin con la marcha de Dieguez para que entrara Anderson, con lo que el equipo pasó a defender con cuatro pero atacar con dos extremos. Damián, desaparecido, dejó paso a Konate, y el centro del campo ganó mucho más peso. Kante, casi inédito, dejó su puesto a Zozulya, y el equipo volvió a tener una referencia por alto. 

Tres cambios y una charla que cambiaron la cara del equipo. De ser manifiestamente inferiores a manejar el partido durante veinte minutos, con jerarquía y mucho trabajo. Con cuarenta y cinco minutos de retraso y dos goles en contra más tarde, el Fuenlabrada que hemos visto en las últimas semanas llegó a Montilivi. Pelea, alguna ocasión que otra...y el gran gol de Anderson a la salida del córner, incorporándose desde la frontal para lanzar un cabezazo majestuoso e imparable. 

Intentó seguir en esa línea el equipo de Pellicer para lograr la remontada, pero el Girona supo rehacerse del arreón azulón y se dedicó el resto del partido a contemporizar con la ventaja que tenía. Arriesgó, eso sí, en muchos pases atrás ante la presión del Fuenlabrada, pero no pagó un precio. En los minutos finales terminó teniendo la pelota y matando, por tanto, cualquier opción de perder los tres puntos. 

Y con esta derrota, el Fuenla se complicará todavía más su situación, porque el Lugo ha vencido al Mirandés y la distancia con la salvación se pone ahora en seis puntos. Catorce jornadas van ya sin ganar. El espejo, efectivamente, era el Girona. Y los fuenlabreños eligen cuál es el reflejo que quieren: el de la primera parte o el de la segunda. Pero las jornadas pasan rápido y no esperan a nadie...

ONCE DEL GIRONA F.C.: Ortolá; Arnau, Santi Bueno, Bernardo, Juanpe, Valery; Aleix García, Pol Lozano, Baena (Ibrahima); Stuani, Samu Saiz (Borja García)

ONCE DEL C.F. FUENLABRADA: Morro; Iribas, Pulido, Dieguez (Anderson), Gozzi; Damián (Konate), Cristóbal (Timité), Pol Valentín, Mula (Amigo); Kante (Zozulya), Pedro León

GOLES: 1-0 Baena, min.12; 2-0 Stuani, min.34; 2-1 Anderson, min.66

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