Cuando peor pintaba el panorama, el Fuenlabrada ha resurgido. Contra un líder invencible (y costó horrores ganarle, pese a tener dos jugadores más). Contra las bajas, nueve, entre lesionados, sancionados y aislados por el COVID-19. Contra la mala racha, tanto de derrotas como de goles.
Pintaba tan mal...que terminó saliendo bien, de manera inexplicable. Con diecisiete jugadores y hombres importantes fuera, el Fuenlabrada arrancó el partido estando a la altura del Mallorca. Serio, sin fisuras, sabiendo cómo atacar y recuperando con cierta rapidez el balón. Orden, planteamiento ejecutado al dedillo y verticalidad. Tres cualidades que sirvieron para que el Fuenla, por fin, se adelantara en un partido. Falló Reina en el rechace de la falta de Iribas, y ahí estaba Pulido para mandarla a la red.
El Mallorca, que es mucho más equipo de Primera que de Segunda, tardó poco en empatar. Con un gol anulado por mano primero, y luego con el legal de Cufré, los de Luis García ponían la igualada en el marcador. Hasta ahí todo bien, pero luego los mallorquines vieron cómo Cufré era expulsado tras ver la segunda amarilla. Inevitable, necesaria para impedir que Feuillasier se pusiera mano a mano con el portero. Pero tras el castigo de la expulsión, llegó el del gol. Iban Salvador chutó fuerte y por bajo, y Reina no pudo evitar que los visitantes se adelantaran otra vez.
Verse con uno menos afectó mucho al Mallorca, que vio cómo el Fuenlabrada les impedía salir con la pelota y lanzaba ataques peligrosos. Iglesias Villanueva expulsó a Raíllo al filo del descanso, con una doble amarilla tan rápida como discutible (la primera, la segunda es indudable). Feuillassier tuvo el 1-3 en sus botas, pero su remate dio en el palo.
A la vuelta de los vestuarios, el Mallorca salió con ganas de igualar el resultado a la mínima que tuvieran y dar toda la guerra posible pese a tener dos jugadores menos. Son el líder, sólo habían perdido un partido por algo. Y demostró que es un gran equipo pese a la adversidad. En una falta, un fallo de marcaje permitió a Abdón Prats rematar a placer de cabeza. Partido empatado, el líder metido en el partido y el Fuenla con la presión de tener que ganar para no sumar otro fantasma a su lista.
Y llegaron los cambios, que resultarían decisivos. Iban Salvador y Feuillassier (gran primera mitad) dieron paso a Pinchi y Aldair, y Jano dejó su sitio al debutante Damián. Difícilmente le pudo salir mejor la apuesta a Sandoval: el canterano salió y marcó, Fuentes fue un seguro en los balones divididos por arriba y abajo y Pinchi pudo suplir las internadas de Iban Salvador.
Pero un buen Fuenlabrada pese a las bajas y tener a dos jugadores más casi no basta. Estuvo muy cerca, a centímetros. Los que separaron a Sánchez de que su disparo diera en el fondo de la red, y no en el palo. También los centímetros impidieron que los de Sandoval no tuvieran que sufrir, los pocos que mandaron al poste el disparo de Feuillassier o los muchos por encima a los que Kanté mandó su disparo en el mano a mano. El día que marque un gol, probablemente meta veinticinco seguidos. Pero hasta entonces, seguimos esperando que llegue ese día.
Tras tres partidos sin ganar ni marcar, el Fuenlabrada rompió esas rachas y suma tres puntos para cerrar bien el maldito 2020. También rompió el maleficio con los goles a balón parado. En 2021, el 2 de enero, será la primera oportunidad para comprobar si las malas rachas se han terminado definitivamente. Pero los puntos se van al Torres.
ONCE DEL R.C.D. MALLORCA: Reina; Sastre, Russo, Raillo (AA), Cufré (AA); Salva Sevilla (Sedlar), Galarreta (Baba), Febas (Oliván); Mboula (Sánchez), Amath, Abdón Prats
ONCE DEL C.F. FUENLABRADA: Belman; Iribas, Sotillos, Pulido, Pol Valentín; Jano (Damián), Cristóbal, Feuillassier (Aldair), Iban Salvador (Pinchi); Randy, Kanté
GOLES: 0-1 Pulido, min.11; 1-1 Cufré, min.19; 1-2 Iban Salvador, min.33; 2-2 Abdón Prats, min.51; 2-3 Damián, min.62