El F.C. Barcelona sumó los tres puntos ante el Athletic Club de Bilbao gracias a dos goles de Neymar. El brasileño salió desde el banquillo y, con asistencias de Messi, marcó los dos tantos de la victoria. Iraizoz y una defensa perfecta habían conseguido evitar multitud de goles hasta que cedieron. Munir estuvo muy activo, pero poco acertado.
14/09/2014 | Sergio Martínez | Fn
El Barça sigue con su gran comienzo de temporada y volvió a sumar los tres puntos por tercera vez consecutiva. Venció a un Athletic de Bilbao que lo fió todo a un sistema defensivo muy sólido, y sufrió mucho para conseguir marcar. Tuvo ocasiones desde el principio, pero la defensa y Gorka Iraizoz impidieron cerrar el partido mucho antes.
Hasta la salida de Neymar, se puede decir que el hombre más activo del Barça no fue otro que Munir. Messi apareció menos de lo que vuelve a ser habitual en él, quizá por el trabajo del Athletic. El debutante con la selección española fue muy activo, pidió siempre el balón y encontró esos resquicios que dejaban los vascos. Su error, fruto de su juventud e inexperiencia, es que todavía no sabe elegir bien sus acciones. El tiempo corregirá ese defecto, y más si continúa jugando en el Barça.
El aluvión de ocasiones no tardó en llegar, pero era imposible. Así durante más de una hora, hasta que Luis Enrique decidió que era el momento de devolver a Neymar a su sitio natural. Entró, marcó y ganó. Su sociedad con Messi se afianza partido a partido, y parece que intercambiarán goles y asistencias. Leo fue ayer el que sirvió los balones, y el brasileño el que los mandó a la red para desgracia del Athletic. Murieron cuando se acercaban a la orilla, exhaustos por el esfuerzo realizado. Pero es que Neymar y Messi, y uno de ellos fresco, suponen demasiado trabajo como para despistarse un momento.
Las piezas siguen encajando en el Barça de Luis Enrique, que avanza con mano firme liderando la clasificación y sin haber perdido. Con sus fichajes funcionando plenamente (salvo Ter Stegen, lesionado, y Rafinha, que ayer estuvo en la grada) y recuperando las viejas sensaciones. La esperanza vuelve al Camp Nou.
