La suerte de los campeones rescató al peor Madrid

El Real Madrid venció en su visita a Córdoba 1-2 con goles de Benzema y Bale, pero haciendo un partido muy malo. Ramos cometió penalti en el primer minuto, y sólo Karim supo mantener el tipo en un conjunto que hacía aguas. Cristiano fue expulsado tras dos agresiones impropias de su nivel, pero una mano en el área del Córdoba en el minuto 88 arregló las cosas.

25/01/2015 | Sergio Martínez | Fn

Parecía evidente que, desde que Luka Modric se lesionó, el juego del Madrid se había resentido mucho. El hombre que mantenía a flote y enchufado al equipo era Isco, el faro entre la irrelevancia que se ha impuesto como sistema en este mes de enero. En Córdoba el malagueño tuvo que ausentarse por una sobrecarga, y los blancos sufrieron un cortocircuito que, gracias a grandes dosis de suerte, no tuvo consecuencias.

El Real Madrid jugó uno de sus peores partidos en la era Ancelotti. Ya nació atravesado cuando Sergio Ramos hizo un penalti evitable a los dos minutos, la confirmación de que pensar en la renovación te distrae de tus labores. Ghilas no dudó a la hora de batir a Casillas, el Santo que más tarde demostraría sus poder paranormales.

Con el 1-0 en contra y todo el partido por delante, lo habitual hubiera sido que el Madrid reaccionara y arrasara todo lo que encontrara para terminar goleando. No fue así, ni mucho menos. Los errores propios, los más numerosos, se intercalaban con las grandes actuaciones de un Córdoba que mereció mucha mejor suerte, con un Bebé que puede ser el gran fichaje de la temporada para Djukic.

Pese al cortocircuito, Benzema fue el único que se mantuvo cerca de su nivel, el clavo al que agarrarse cuando todo lo demás está fallando. Él empató a la salida de un córner, e intentó hacer mejores a unos compañeros que no aparecieron.

Hay uno que sí apareció, pero para mostrar una cara que creíamos exterminada hace años. Cristiano Ronaldo se bajó del pedestal para colgarse las cadenas y colocarse la gorra. El uniforme del que está tan frustrado que no encuentra otra forma que las agresiones. Tres cometió el Balón de Oro: un puñetazo al mentón que no vio el árbitro, la patada que le costó la expulsión y otro manotazo de revés sobre un rival. Para terminar, y como si supiera del mal que había hecho, limpió el escudo de campeón del Mundialito. Pero la mancha no es física, no se puede tocar. La mancha la lleva el portugués dentro y, aunque durante años se ha empeñado en limpiarla, algo queda aún.

Del 1-1 se pudo pasar al 2-1 en un momento, en una salida a medio gas de Casillas que Florin solventó con una vaselina. Con cualquier portero, suele ser suficiente para terminar en gol, pero la suerte ancestral que eleva a Iker a otra dimensión le protegió. El balón chocó contra el larguero tras botar en el suelo.

Para rematar el golpe de suerte, una falta cerca del área dio al Madrid el partido. Lanzó Bale y Fede Cartabia se elevó todo él, con el brazo destacando por encima del resto. Allí terminó el balón, golpeando el codo y, simbólicamente, el mentón de un Córdoba que perdió el merecido premio a última hora. Penalti claro y Bale no dudó en meterlo.

Lo que el Real Madrid merecía era perder, empatar como mucho. Pero la suerte de los campeones estuvo de su parte, la de aquellos que cuando falla la calidad se encomiendan a otras fuerzas y éstas les sonríen. Como dijo Casillas, en estos partidos es donde se ganan los títulos. Tres puntos malos cuentan lo mismo que los buenos...


FICHA TÉCNICA

ÁRBITRO: Hernández Hernández

GOLES: 1-0 Ghilas p., min.2; 1-1 Benzema, min.27; 1-2 Bale p., min.88

ONCE DEL CÓRDOBA: Juan Carlos, Gunino, Pantic, Crespo,Edimar, Deivid, Rossi, Cartabia, Bebé, Ghilas, Florin (Fede Vico 79')

ONCE DEL REAL MADRID: Casillas, Carvajal, Varane, Ramos, Marcelo (Coentrao 71'), Khedira (Illarramendi 63'), Kroos, James (Jesé 79'), Bale, Cristiano, Benzema

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