El Atlético de Madrid ya tiene una nueva estrella. Tendrá que demostrar su valía sobre el césped, pero en los despachos ya ha marcado la línea siendo el fichaje más caro de la historia colchonera: 127 millones de euros han hecho que cambie el Benfica por el Atleti.
Meses de negociaciones han culminado con la llegada del portugués al Wanda Metropolitano. Su carrera es meteórica, pues la temporada pasada pasó del segundo equipo al primero del Benfica, despuntó, los grandes clubes se fijaron en él y la próxima parada es el Atleti. Un lugar donde la afición espera mucho de él y está deseosa de tener nuevas figuras a las que apoyar e idolatrar tras la segurísima marcha de Griezmann, la de Rodri (ya anunciada hoy) y la de Godín.
Toda una inversión de futuro por un futbolista que tiene 19 años. Y una declaración de intenciones: el Atlético de Madrid puede hacer algún gran esfuerzo económico porque rinde. Y rinde porque es capaz de tener una buena plantilla.
