Jesús Sala cambia casi todo… menos el resultado (65-76)

Los locales no pudieron aprovechar las derrotas de sus rivales por la permanencia.  La ansiedad en los últimos minutos limitó a un equipo que quiso ganar desde la defensa, olvidándose de atacar con eficacia. Andy Panko fue el máximo anotador con 19 puntos, pero tanto él como el resto del equipo estuvieron nefastos desde la línea de tres. Jesús Sala debutó en el banquillo fuenlabreño. Parte de la afición despidió al equipo entre pitos y pidiendo la dimisión de la directiva.

Sevilla, Gipuzkoa, Andorra y Manresa habían perdido. Era la oportunidad perfecta para que el MONTAKIT Fuenlabrada recortara distancias y diera un paso muy importante hacia la permanencia. Pero no pudo ser. La ansiedad, las prisas, las malas decisiones, la experiencia del rival, los malos porcentajes en tiros de tres… Todo jugó en contra de un Fuenlabrada en el que cada vez cuesta más creer. Solo las matemáticas mantienen con vida a un equipo que lo intenta, pero que tienen en su cabeza su principal lastre.

Eso ha sido lo único que no ha cambiado en el primer partido de Jesús Sala al frente del equipo. Por lo demás, no se le puede reprochar al nuevo entrenador el no intentar cosas nuevas. Durante el primer cuarto ya se notó de sobra su mano. Andrés Miso, Dani Pérez y Roland Smits llegaron a coincidir en pista durante el primer parcial, completando el trío de jugadores recuperados para la causa. La entrada de Moussa Diagne (de los mejores en el día de hoy, dejando casi en el olvido a Akindele) en el quinteto inicial y la continua entrada y salida de jugadores del banquillo fueron otros efectos de la entrada del nuevo entrenador.

A nivel táctico, pudimos ver a un Fuenlabrada más paciente en ataque, dispuesto a elaborar más la jugada en busca de la mejor opción de tiro. El ritmo acelerado del Fuenla de Hugo López ha dejado paso a un baloncesto más sosegado y, también de menos puntos. Para dato, tras 15 minutos el Fuenlabrada apenas llevaba 19 puntos, y así es difícil ganar a nadie.

Lógicamente, con esas cifras Gran Canaria no necesitó demasiado para dominar la primera parte. Tavares al rebote, Bellas a la contra y Kuric en el tiro fueron suficiente para alcanzar los once de ventaja mediado el segundo cuarto (19-30). Poner a dos bases juntos (Mayo y Pérez) no daba sus frutos en un Fuenlabrada al que le costaba un mundo tirar a canasta. Y ante tal complicación, los locales optaron por el pragmatismo. Si no puedes tirar, al menos saca una falta. Y tantas sacó el Fuenla que remontó desde la línea de personal. El que mejor lo entendió fue un Andy Panko hasta entonces desaparecido, pero que se metió en el partido anotando desde el 4,60. Un parcial de 11-2 puso a los de Sala a apenas dos puntos (30-32), pero un pequeño arreón de Gran Canaria amplió la distancia a cuatro al final de la primera mitad (32-36).

Cada acercamiento del Fuenlabrada iba sucedido de un nuevo parcial a favor de los de Aito. El tercer cuarto siguió esa dinámica, convirtiéndose en un continuo tira y afloja que cayó a favor de los canarios. Una vez más, y ya van demasiadas, el MONTAKIT Fuenlabrada perdió parte de sus aspiraciones de victoria en este cuarto. En esta ocasión, un parcial de 0-8 permitió a Gran Canaria afrontar los últimos 10 minutos con cierta comodidad (48-55).

Los canarios no remataban al Fuenlabrada y el Fuenlabrada no terminaba de estabilizarse. La ansiedad fue una constante para los de Jesús Sala a lo largo de la segunda mitad. Había mucho en juego y cada acción por parte del MONTAKIT parecía decisiva cuando en realidad no era así. Faltó calma por parte de los jugadores fuenlabreños, que no cayeron en la cuenta de que siete puntos se remontan poco a poco, sin prisa pero sin pausa. No hubo pausa y sí precipitación, y ahí el Fuenlabrada dijo adiós al partido.

Habían pasado más de cinco minutos y la distancia seguía igual. Lo único que alteró la monotonía fue la lesión de Dani Pérez, que tuvo que dejar la pista tras hacerse daño en el tobillo que tantos problemas le ha dado esta temporada. Tras mucho tiempo, el catalán fue el base que más jugó de los tres, pero esto no impidió que el trío de directores de juego terminara el encuentro sin aportar nada destacable, una vez más.

Ahí, en los bases, estuvo una de las grandes diferencias del partido. Mientras los del Fuenlabrada se limitaban a subir el balón, los de Gran Canaria ganaban el encuentro. Mientras Alberto Díaz lanzaba un triple que apenas tocaba el aro y que podía haber metido a su equipo en el partido, Albert Oliver anotaba el suyo a falta de 1:27 y finiquitaba el choque (59:68). Los locales siguieron intentándolo con la ansiedad del que se juega la vida y no se da cuenta de que con ansiedad no va a cambiar su situación.

Evidentemente no funcionó y acabó perdiendo, provocando el enfado de una afición que pagó su malestar pidiendo la dimisión de la directiva. Y es que el MONTAKIT Fuenlabrada ha cambiado de entrenador, de estilo de juego y de jugadores, pero lo único que no ha conseguido cambiar son los resultados. Y si los resultados no cambian lo hará la categoría.

65 - MONTAKIT Fuenlabrada (13+19+16+17): Díaz (5), Miso (4), Vega (-), Panko (19), Diagne (14) -quinteto inicial-, Pérez (3), Smits (-), Akindele (1), Cvetkovic (16) y Mayo (3).

76 - Herbalife Gran Canaria (18+18+19+21): Bellas (10), Kuric (10), Newley (14), O'Leary (9), Tavares (3) -quinteto inicial-, Kendall (2), Urtasun (7), Báez (3), Oliver (16), Salin (-) y Paulí (2).

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