Salvo gran debacle, el conjunto entrenado por Luis Casimiro seguirá en la Liga Endesa una temporada más. Estos cincos partidos servirán para conocer si Andy Panko termina como máximo anotador de la competición y para dar minutos a algunos canteranos como Chema González. Por su parte, Gran Canaria intentará sumar una nueva victoria que le mantenga en la quinta posición.
Luis Casimiro llegó al Baloncesto Fuenlabrada con el objetivo de salvar al equipo de una zona de descenso a la que se acercaba peligrosamente. Y lo cierto es que lo ha hecho en un tiempo récord, con una solvencia incontestable. La clara mejora defensiva del equipo, unido a un Manresa cuya crisis deportiva ha facilitado la vida a los equipos que rondaban el descenso, han hecho que el Fuenlabrada afronte estas últimas cinco jornadas con absoluta tranquilidad. Si hoy Manresa pierde, la permanencia ya será matemática y a partir de ese momento comenzará a vislumbrarse el futuro del club fuenlabreño de cara a la temporada que viene. Lo principal es saber si Casimiro continuará o no. Su contrato solo era hasta el final de esta temporada, pero el rendimiento del equipo unido al especial cariño que le tiene la afición del Fernando Martín invitan a pensar en una más que probable renovación.
Pero más allá de esto, los próximos encuentros, empezando por el de mañana frente al Herbalife Gran Canaria (13:00, Gran Canaria Arena), servirán para vislumbrar algunas cosas. La primera es saber si Andy Panko acabará como el máximo anotador de la competición. El norteamericano suma 17,9 puntos por encuentro por 16,7 de su perseguidor, su compatriota Jason Robinson. Aunque el rendimiento de Panko ha descendido con la llegada de Casimiro, su espectacular rendimiento a principios de año ha sido suficiente para mantener el liderato en este apartado.
El otro gran aliciente hasta el final de temporada será ver cuántos minutos tendrá el canterano Chema González. Su partido en el Palau la pasada jornada, con taponazo a Dorsey incluido, le ha servido de carta de presentación para el resto de equipos y para demostrar que podría rendir muy bien en la élite de nuestro baloncesto. Descaro y ganas no le faltan al canterano que, pese a la recuperación de Diagné, viaja con el equipo a Canarias.
Allí en las islas les espera un Herbalife Gran Canaria que ha sido protagonista esta semana por inaugurar su nuevo pabellón, el Gran Canaria Arena, frente al Barcelona. No pudieron ganar al conjunto catalán por lo que mañana dispondrán de una nueva oportunidad para inaugurar el casillero de victorias en su nueva casa. Los canarios necesitan ganar para mantener la quinta plaza, ya que alcanzar la cuarta plaza del Unicaja se antoja muy complicado. Aún así, los chicos de Pedro Martínez están firmando una gran temporada. Un equipo humilde, sin grandes estrellas que tiene en el concepto de equipo su principal arma.
No podrán contar por lesión con Xavi Rey ni Ian O´Leary, pero sí con Jeleel Akindele, pívot inscrito esta semana. La dirección de Oliver y Bellas, el peligro exterior de Hansbrough y Newley (este último ya le hizo la vida imposible al Fuenlabrada en la ida), la altura de Tavares y el trabajo sucio de Báez hacen del Gran Canaria un equipo incómodo, difícil de ganar y que exige un gran esfuerzo a los rivales para irse de las islas con una victoria. Si hasta el Real Madrid sufrió allí cuando mejor estaba…
Por suerte, el Fuenlabrada no se juega nada, solo el simple hecho de darse el gustazo por el trabajo bien hecho cuando peor estaban las cosas. Con el objetivo ya cumplido es tiempo de disfrutar y de pensar en potenciar una plantilla que con Casimiro ha demostrado su verdadera valía.
