Herbalife Gran Canaria 96-75 Baloncesto Fuenlabrada: El Fuenlabrada se olvidó la competitividad en casa

Un tercer cuarto para olvidar (33-18) deja sin historia un encuentro donde resultó evidente que solo uno de los dos equipos se jugaba algo. Una defensa horrible por parte de los de Casimiro hizo que el encuentro muriera mucho antes de los cuarenta minutos. Primera victoria como local del Gran Canaria en su nuevo pabellón.

¿Se imaginan una liga dónde no hubiera nada en juego, sin objetivos, donde todos los equipos jugaran por amor al arte o por simple obligación? ¿Sin gestos de rabia al fallar o de alegría al anotar, sin palmadas de ánimo entre los propios jugadores? Desde luego ni el más atractivo de los deportes resultaría interesante de seguir con equipos así. Equipos como la versión del Baloncesto Fuenlabrada que hemos podido ver hoy en Gran Canaria. Un equipo sin tensión, sin alma, capaz de encajar 33 puntos en un cuarto ante un equipo cuyo promedio por partido es de 74. El Fuenlabrada ya ha conseguido su objetivo y no se juega en nada en los partidos que quedan hasta el final de la temporada, pero eso no significa que deba bajar los brazos hasta que empiece la siguiente.

Probablemente la imagen que mejor ilustre la relajación con la que el Fuenlabrada ha afrontado el encuentro sea la de Casimiro protestando algo una decisión a uno de los árbitros y, acto seguido, reírse con él. No cabe duda de que Casimiro se merece sonreír por la metamorfosis que ha conseguido provocar en un equipo que iba en la dirección incorrecta. Pero no es menos cierto que hoy, por momentos, el Gran Canaria ha hecho lo que ha querido con el Fuenlabrada y nadie parecía querer revertir la situación.

Los más damnificados de la actuación de hoy han sido los aficionados que han viajado hasta Canarias, que han visto como su equipo al principio les daba esperanzas de ofrecerles una  victoria de prestigio para después quitárselas de un plumazo tras el descanso. Porque lo más llamativo sea que el Fuenlabrada llegó con opciones al descanso (44-37). La defensa no estaba siendo ni mucho menos para presumir, pero el trío Cabezas-Panko-Diagné se encargaba de mantener al equipo en el partido.

Pero ellos tres, como el resto, desaparecieron tras el descanso. Era el turno de              Newley, Hansbrough, Nacho Martín, Tavares y, sobre todo, un Eulis Baéz que estuvo intratable durante todo el encuentro. Castigó al Fuenlabrada de principio a fin, siendo el gran causante de que el partido estuviera sentenciado cuando aún no había terminado el tercer cuarto.

Demasiada tiempo intrascendente, demasiada diferencia en el marcador y, sobre todo, demasiada sensación de vacío de un Fuenlabrada que pasa a la historia por ser el primer equipo al que gana el Gran Canaria en su nuevo pabellón tras la inauguración de la semana pasada ante el Barcelona. Demasiadas cosas negativas de un Fuenlabrada que parece dar por acabada la temporada a pesar de que el calendario dice que el miércoles les toca recibir al Real Madrid.

96 - Herbalife Gran Canaria (23+21+33+19): Alvarado (-), Hansbrough (17), Newley (11), Báez (19) y Martín (16) -cinco inicial-, Bellas (1), Oliver (3), Akindele (2), Santana (5), Tavares (8), Borovnjak (2) y Beirán (12).75 - Baloncesto Fuenlabrada (19+18+18+20): Cabezas (11), Feldeine (7), Panko (14) Arnold (8), Vargas (4) -equipo inicial-, Vega (-), Pérez (6), Diagné (10), Montañez (4), Paunic (9) y González (2).

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