Carplus Fuenlabrada 79 - Monbus Obradoiro 82

La fortuna le da la espalda al Carplus Fuenlabrada

Poca fortuna del Carplus Fuenlabrada en su choque ante el Monbús Obradoiro. Novak tuvo en su mano la prórroga con un triple en el último instante del partido, pero el balón no quiso entrar. Semana complicada para los fuenlabreños por la más que posible salida de un hombre clave como Dusan Ristic y la nueva lesión de Osas Ehigiator.

Una acción de ataque de Robertson ante la defensa fuenlabreña
photo_camera Una acción de ataque de Robertson ante la defensa fuenlabreña

 EFE.- Pese a todo ello los jugadores del Carplus Fuenlabrada salieron con chispa, apagada con un parcial demoledor de inicio de los que tanto han castigado a los fuenlabreños este curso. Así, del 4-0 se pasó al 4-16 al aprovechar los gallegos una sequía de más de seis minutos sin anotar de su rival que fue castigada con una cascada de triples. Hasta cuatro anotaron; doblando Westermann y sumándose Robertson y Philip Scrubb. Entre el primer y el segundo cuartos fue cosiendo la herida el anfitrión, situándose 13-18 abajo gracias a un 5-0 de parcial justo después del primer paso por los banquillos. La reacción, tal como vino se fue. Blazevic, Vicedo, Guerrero y Westermann desde el triple se sucedieron para acertar sin respuesta en el otro aro; situación que le volvió a generar una cómoda ventaja al Obradoiro (13-25).

En esos márgenes se movió el choque hasta casi el descanso, ya que los visitantes sofocaban a base de triples cualquier intento de rebelión guiados por la mano ardiente de Robertson. Sin embargo, un arreón final de carácter de los madrileños les permitió irse a solo seis en el intermedio.

De nuevo al parqué, la diferencia llegó a reducirse a cuatro puntos. Y aunque otro triple de Robertson minimizó los daños, a base de tiros libres el Carplus Fuenlabrada logró no desengancharse, ni en ese momento ni en los sucesivos del tercer cuarto hasta que esos lanzamientos dejaron de entrar. No sucedió lo mismo en la otra canasta con los tiros perimetrales y el Monbus Obradoiro encaró el tramo decisivo con siete puntos de más a su favor.

El intercambio de golpes marcó el inicio del último cuarto, tanto que la distancia no cambió en seis minutos. Fue entonces cuando dos mates de Eyenga, pese al triple entre medias de Westermann, encendieron a la grada. Hubo un tercero poco después. Y ahí entendieron los fuenlabreños que tenían opciones, creencia avalada por el resultado cuando se pusieron solo dos por detrás con poco más de minuto y medio por jugarse y le dieron continuidad hasta situarse a uno con doce segundos por jugar. Sobrellevó bien la presión Robertson desde la línea de tiros libres haciendo buenos sus dos intentos y el triunfo acabó certifícándose cuando el triple sobre la bocina de Novak tocó en el aro y salió fuera.

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