El C.F. Fuenlabrada comienza a encarar la recta final de la temporada, y quiere hacerlo con las mayores garantías. Tras vencer a la Ponferradina y cumplir el objetivo de sumar cincuenta puntos, queda asegurar la permanencia de forma matemática y luego ya aspirar al playoff de ascenso.
A día de hoy todo es posible, pero las opciones pasan por seguir luchando y sacando puntos partido a partido. Mañana toca medirse al Mirandés, rival directo aunque un punto por debajo de los azulones. Los de Iraola llegan hasta aquí con problemas, porque llevan cuatro partidos sin ganar y varios defensas están entre algodones, pero cada rival es un mundo y hay que estar preparados.
Sandoval va a contar para este partido, salvo sorpresa de última hora, con la recuperación de Sekou Gassama, que hoy ha completado el entrenamiento con normalidad y entrará en la convocatoria. No estará Pol Freixanet, cuya baja se ha cubierto con la llegada de Pablo Alcolea, ni tampoco Ibán Salvador tras ver el miércoles la quinta tarjeta amarilla mientras calentaba en la banda.
El partido de ida terminó con victoria de los burgaleses 2-1. Se adelantaron rápido en el marcador en la primera mitad, y cerraron el partido casi al final. Entre medias, Randy Nteka tuvo las ocasiones para marcar, especialmente un cabezazo que impactó en el larguero, pero no fue hasta casi el descuento que pudo poner el 2-1 final. Aquel día, por cierto, el Fuenla se deshizo en defensa presa de un manojo de nervios, lo que derivó en el segundo tanto de los de Iraola y su victoria final.
