El C.F. Fuenlabrada ha decidido fichar un portero para la recta final del campeonato. Se ha decantado por Pablo Alcolea, un guardameta de 31 años que estaba sin equipo pero que tiene un bagaje importante defendiendo los palos. Las opciones que tenía el director deportivo, Miguel Melgar, eran limitadas, y de entre ellas eligió a este jugador.
El fichaje de Alcolea puede extrañar de primeras, pero tiene una razón de peso. Pol Freixanet, lesionado ante el Extremadura, tiene problemas musculares,y las expectativas de que vaya a volver a jugar antes del final de la temporada (en dos semanas) no son nada claras. Ante la Ponferradina, se optó por incluir en la convocatoria al portero del filial, Álvaro Ruvira, pero él también tiene problemas físicos. Por eso se ha optado por fichar un refuerzo para tan poco tiempo.
Su mejor momento fue en el Real Zaragoza, con el que llegó a debutar incluso en Primera División hace siete temporadas. Más tarde, en 2016, se marchó al Toledo, y ahí pudimos verle jugar contra el Fuenlabrada en la Segunda División B. En 2018 llegó al Salmantino, y en 2019 se quedó sin equipo. Hasta hoy, que refuerza el equipo de Sandoval para los cinco partidos que quedan.
Contra el Fuenlabrada hemos podido verle cuatro veces, en su paso por la Segunda División B. Tres con el Toledo, una con los castellano leoneses, y ha ganado en todas las que jugó con el equipo imperial. "Me había enfrentado varias veces al Fuenlabrada, y siempre transmitió que se estaban haciendo las cosas muy bien y se estaba montando una estructura importante", dice Alcolea en la web del Fuenla.