Este pasado fin de semana se han reunido en Valladolid numerosos moteros, pese a la cancelación de la cita, para rememorar una de las concentraciones moteras más prestigiosas del mundo.
El segundo fin de semana de enero era la fecha en la que tradicionalmente se celebraba la concentración motera Pingüinos. Este año, sin embargo, la cita fue cancelada por diferentes motivos que apuntaban a dificultades a la hora de conseguir los diferentes permisos necesarios y a un “acoso por parte del alcalde”, como el propio club organizador, Turismoto, afirmó en su día. Sin embargo, algunos moteros han decidido continuar con la tradición y acercarse a la capital vallisoletana para reencontrarse con amigos y revivir antiguas concentraciones.
Lo cierto es que el número de visitantes no tiene comparación con el del pasado 2014. Este fin de semana se esperaban unas 1.000 personas, frente a los 28.000 que se desplazaron hasta Valladolid en estas mismas fechas el año anterior. Además, no existía ningún tipo de actividad planeada para los días 10 y 11 y el pinar en el que solían instalar sus tiendas de campaña los moteros, cercano al barrio de Puente Duero, ha estado permanente vigilado por policía a caballo cuyo cometido era evitar que se instalaran los moteros que hasta allí se habían acercado.
Finalmente no se ha producido ningún tipo de incidente en el pinar y el fin de semana ha transcurrido con una tranquilidad a la que no están acostumbrados los vecinos de la zona en esta época del año.
Según ha afirmado el presidente de la Asociación de Hoteleros de Valladolid, muchos de los que tenían reserva en la ciudad han decidido posponerla para este próximo fin de semana, en el que se celebrará la concentración de Motauros, en Tordesillas.
