Joan Font y Félix Bravo siguen quemando etapas en el Dakar y ya sólo están a dos días de su gran objetivo: llegar a Lima. Los pilotos del FN Speed Team ha vuelto a vivir una jornada muy complicada en las dunas después de romper el diferencial de su buggy en el kilómetro 80 y completar los 280 restantes de especial únicamente con tracción trasera. A pesar de todo, han sido capaces de llegar a la meta, esta vez en 47ª posición, a poco más de 4 horas del ganador, Sébastien Loeb.
Se ha repetido la historia. Si el domingo el motivo fue la rotura de un palier que les obligó a superar las dunas Tanaka sin tracción delantera, en esta ocasión ha sido el diferencial delantero el que ha dicho basta. Con casi todo el día por delante, el piloto catalán y el fuenlabreño se las han visto y deseado para acabar la etapa, pero de nuevo su capacidad de sufrimiento y la perseverancia han dado sus frutos.
“Ha sido toda una odisea. Las dunas eran altísimas y el buggy no podía superarlas sólo con tracción trasera. He tenido que hacer bajar a mi copiloto varias veces para que pudiéramos pasarlas”, ha reconocido el piloto, que ha llegado exhausto pero muy feliz de haber batido de nuevo el desierto peruano. “Hemos sufrido muchísimo, pero al final lo hemos logrado”, ha añadido.
Joan Font sigue con su idilio con este Rally Dakar. Por más piedras que se encuentra en el camino es capaz de sobreponerse a todas. Tampoco son un impedimento los problemas mecánicos de su Can-Am Maverick X3 XDS, que esquiva a base de ingenio.
Así, poco a poco, continúan acercándose a Lima, de donde tan sólo les separan 425 kilómetros. “Empezamos a acariciar el sueño de acabar nuestro primer Dakar, pero nos quedan dos días muy difíciles. Trataremos de continuar con la misma línea que hemos llevado hasta ahora, rápidos pero sin arriesgar”, afirma el de Vic, que ya es 47º en la general.
