Dos equipos y muchas incógnitas para volver a empezar

Fuenlabrada-Ibiza, este domingo a las 21:00 en Onda Fuenlabrada

Todo el fútbol español vuelve a estar bajo amenaza por culpa del COVID-19. La variante Ómicron, que azota a toda la sociedad, no ha pasado de largo por el deporte. Su virulencia, una vez nos creíamos a salvo, se ha dejado notar con toda su fuerza: Prácticamente todos los equipos de Primera y Segunda División han sido tocados fuertemente por el virus. Ibiza y Fuenlabrada no son ajenos al resto. 

En el caso de los fuenlabreños, la situación no se ha aireado públicamente por política de club: no se comunican los resultados de los test. Por un lado, transmiten tranquilidad tras no confirmar ni desmentir que haya jugadores afectados. Por otro, Pellicer admitía en la previa que su equipo no es ajeno a la situación, y que los próximos test determinarán con quién puede contar y con quién no. A los que no puedan estar, hay que añadirle las bajas por sanción de Cristóbal e Iban Salvador; y las bajas por lesión de Jano, Juanma, Konaté, Mbia y Pol Valentín. La buena noticia es que Kante puede volver a la convocatoria. 

Para el Ibiza, la situación es mucho más transparente y trágica. Es uno de los conjuntos que más está sufriendo la virulencia de Ómicron, y hasta la fecha tiene 11 casos confirmados de COVID entre sus jugadores. Con el endurecimiento del protocolo, el conjunto balear no tiene más remedio que jugar el partido, pues tiene jugadores suficientes para afrontarlo (trece convocables, cinco con ficha profesional, y un portero). 

A la incertidumbre médica se suma la incertidumbre futbolística, pues nadie que acuda este domingo al Fernando Torres sabrá muy bien qué va a ver de los dos equipos. El Fuenlabrada cambió de técnico justo antes del parón navideño, y el Ibiza lo ha hecho durante. José Luis Oltra y Juan Carcedo han dejado paso a Sergio Pellicer y Paco Jémez, respectivamente, que han completado esta semana sus primeros entrenamientos con "normalidad".

Del primero, que no pudo sentarse en el banquillo ante el Oviedo por sanción, ya vimos sus primeras intenciones: una línea claramente continuista pero aún más ofensiva y agresiva en el campo contrario. No sirvió para llevarse los tres puntos, pero sí para dejar una mejor impresión y una menor sensación de peligro a la hora de defender. La papeleta para Jémez es más dura, pues tiene que dar sus primeros pasos con una plantilla muy mermada y que lleva seis partidos sin ganar (siete, si contamos la eliminación copera ante la Ponferradina). 

Si, de alguna manera, la situación sanitaria en el fútbol puede arrojar un lado positivo, es únicamente en el competitivo: todas las sensaciones e inercias de antes del parón quedan atrás. Con todos los equipos reinventándose según el número e importancia de bajas que tengan, se abre un nuevo panorama en el que pueden cambiar todas las dinámicas. Las necesidades que marca la clasificación, eso sí, siguen intactas: el Fuenlabrada es vigésimo y necesita la victoria si no quiere llegar a estar a seis puntos de la salvación. El Ibiza, lo mismo pero para evitar acercarse a dos del descenso. Todo puede pasar a partir de ahora. 

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