En las próximas nueve jornadas el club madrileño se enfrentará a siete equipos de Play Off. Además de ganar, los de Luis Casimiro buscarán lavar la mala imagen que dieron ante el Estudiantes. Precisamente el conjunto colegial juega ante La Bruixa D´or, un encuentro que afecta directamente a los intereses fuenlabreños. Enfrente estará el Joventut de Salva Maldonado, que llega a Fuenlabrada en puestos de Play Offs.
Durante la primera vuelta, con Chus Mateo aún en el banquillo, el Baloncesto Fuenlabrada llegó a tener opciones de clasificarse para la Copa del Rey. Al menos hasta que empezaron a cruzarse en su camino los pesos pesados de la competición. Las opciones se desvanecieron de forma contundente. El equipo cayó ante Barcelona, Real Madrid, Unicaja o Gran Canaria. Ahora vuelve a llegar este momento delicado del curso, pero con dos diferencias notorias. La primera es que esta vez el Fuenlabrada no pelea por estar entre los ochos primeros, sino por evitar estar entre los dos últimos. Además, la mayoría de partidos los jugará lejos del Fernando Martín, lo que dificulta aún más la situación.
Uno de los pocos que jugará en casa será el de este domingo (12:30) frente al Fiatc Joventut, al que si consiguió ganar en la ida (76-79) tras un duro encuentro que se decidió en la prórroga. Aquel día destacó Marcus Arnold (21 puntos y 13 rebotes), que viene de ser de los pocos que dio la cara ante el Estudiantes. Los colegiales fueron superiores de principio a fin, y en el vestuario fuenlabreño quieren desquitarse dando una buena imagen ante su afición, que se espera que llene el pabellón con la oferta promocional que han lanzado desde el club (partido del Fundación y del primer equipo por 6€).
Equipo, directiva y afición son conscientes de que el partido del domingo es vital. No solo para aprovechar el enfrentamiento directo entre Estudiantes y Manresa, sino también para afrontar sin tantas urgencias de cara a los próximos encuentros. Y es que en caso de victoria, los de Luis Casimiro podrían llegar con tres victorias con respecto al descenso con ocho por disputar. Pero, para ello, primero deberán superar a un equipo que está en Play Off contra todo pronóstico. Muy pocos apostaban por el Fiatc Joventut a principio de temporada. La calidad de la plantilla invitaba a pensar que el club de Badalona se quedaría en tierra de nadie, pero el sorprendente rendimiento de algunos jugadores les ha aupado hasta la octava posición. Entre estos jugadores destaca Guillem Vives. El canterano se ha destapado como una de las revelaciones del curso, aunque su rendimiento en la segunda parte ha bajado considerablemente con respecto a la primera.
Se trata de un base al que le gusta correr, que se siente más cómodo cuanto mayor es el ritmo del encuentro. Ahí puede hacer mucho daño a Carlos Cabezas. Buen asistente y, sobre todo, buen reboteador para tratarse de un base. Pero si el rendimiento de Vives ha bajado en los últimos encuentros, su compañero Tariq Kirksay pasa por ser uno de los jugadores más regulares de la competición. De los más regulares y también de los más completos. Fuera de casa no se encuentra tan cómodo en ataque, pero es un alero que siempre aporta, ya sea asistiendo, reboteando, lanzando de tres… No es un jugador de partidos sobresalientes, pero su aportación siempre es notable.
El trío exterior lo completa Devoe Joseph, un tirador puro que lleva la palabra regularidad escrita en la frente. Es un jugador de altibajos, alternando grandes valoraciones con grandes negativos. Por desgracia, ya son varios los tiradores que han castigado con dureza la defensa fuenlabreña, como Kyle Kuric la pasada jornada. En la zona destaca el eterno Sitapha Savané, por el que no pasan los años. Tras él no hay nada destacable, John Surna, Albert Miralles y poco más. Lo mismo pasa en el banquillo, repleto de canteranos, santo y seña del club entrenado por Salva Maldonado, de grato recuerdo para la afición fuenlabreña.
Por su parte, Casimiro podrá contar una semana más con todos sus efectivos. Hasta el momento el balance es de 2-2 con el técnico manchego, que ha conseguido mejorar algunas de las carencias del equipo, como cerrar el rebote y las ayudas en los marcajes. Ahora el Fuenlabrada es un conjunto más equilibrado, donde se han repartido más las responsabilidades en ataque. Un buen ejemplo lo encontramos ante Estudiantes. El equipo llegó con opciones hasta la mitad del último cuarto a pesar de que Panko solo había anotado tres puntos en los tres primeros parciales y Feldeine anotó la mayoría de sus 13 puntos con el partido ya sentenciado.
Ellos dos siguen siendo las estrellas indiscutibles del equipo, pero su dependencia ya no es tan acuciada. Los triples de Dani Pérez y Javi Vega, el paso delante de Cabezas y la aportación de Arnold y Vargas ha ayudado mucho a ello. Con Casimiro es habitual ver a cuatro jugadores por encima de los 10 puntos. Se echa en falta a Paunic, desaparecido en combate últimamente, pero el resto se está adaptando a las necesidades del equipo.
El objetivo de Fuenlabrada y Joventut es muy distinto pero la necesidad de ganar es la misma, por lo que se espera un partido de lo más igualado. Bueno para el espectáculo, malo para nuestros corazones.
