El voto más importante de la historia del Psoe

Los militantes socialistas se enfrentan, algunos sin ser conscientes, a la decisión más importante y trascendental de la historia de su partido. El resultado que salga de las urnas este domingo de los más de 180.000 afiliados del Psoe, definirá el futuro y el 'ser o no ser' de un partido con más de 130 años de existencia.

Estamos comprobando en estos días como la crispación y el ánimo de revancha son las motivaciones que mueven a muchos socialistas para desmontar la decisión democrática que adoptó el Comité Federal y que llevó a la dimisión Pedro Sánchez.

Sánchez, argumentando esa misma idea, inició su candidatura inconformista atacando la decisión colegiada de su partido y apoyándose en el respaldo de muchos militantes que le han comprado su discurso. En el fondo se trata de cambiar al Psoe de ser un partido con democracia representativa a la democracia asamblearia.

Cabe preguntarse si eso es lo que quieren mayoritariamente los afiliados que apoyan la candidatura del exsecretario y actual candidato. También deben preguntarse ¿por qué el mensaje del 'No es No'? llevó al partido a los peores resultados de su historia.

España necesita un Psoe fuerte y el Psoe necesita volver a ser un partido reconocible, que sea visto por los ciudadanos como una alternativa clara de gobierno. Ese debe ser el objetivo de cada socialista cuando vaya a depositar su voto este domingo, porque las elecciones generales no se ganan con los votos de los militantes sino con los apoyos de los ciudadanos.

En nuestro país somos muy dados a rebelarnos contra el poder establecido y eso es lo que parece que mueve a muchos socialistas, resentidos contra la decisión del último Comité Federal y la Gestora que decidió abstenerse finalmente en la investidura de Mariano Rajoy.

Una decisión cuestionable pero razonable, como mal menor, ante una situación de bloqueo institucional que perjudicaba claramente al futuro del país y los ciudadanos. De haber seguido con el bloqueo con el 'No es No' la tercera convocatoria de elecciones, que se habría producido con toda seguridad, ¿habría llevado al partido a superar los 85 escaños actuales?.

Esa es la pregunta que deben responder los que critican la decisión de la Gestora. Para muchos esa decisión ha sido vital y necesaria para demostrar que el Psoe no se ha convertido en un movimiento populista, demostrando que sigue siendo un partido con vocación de gobierno, anteponiendo los intereses del país -que son los que benefician al estado de bienestar de los ciudadanos- a los personales y de partido.

La socialdemocracia no está en crisis, sus valores en busca del bienestar y la igualdad social siguen siendo necesarios, quizás más que nunca, pero desde planteamientos serios y alejándose de posiciones populistas y asamblearias.

A la muerte de Olof Palme en 1.986, líder del partido socialdemócrata sueco, referente para millones de socialistas en todo el mundo, Anna Lindh, una de sus colaboradoras dijo: “Una persona puede ser asesinada, pero las ideas no. Tus ideas [Olof Palme] vivirán a través de nosotros”.

Los militantes socialistas deciden quién marcará el destino en los próximos años, de su voto depende volver a recuperar un partido herido gravemente, con riesgo de quedar reducido a la mínima expresión y superado por los populistas.

El domingo sobre las 22 horas tendremos la respuesta.

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