23/04/2015 | Víctor Yeray Huéscar | Fn
La anciana brasileña de 75 años, Davina Aparecida Castelli, ha sido condenada por la justicia brasileña a cuatro años de prisión por insultos racistas contra tres personas negras. El incidente ocurrió en un centro comercial de la avenida Paulista, en Sao Paulo.
El altercado se produjo en noviembre de 2012. Todo comenzó cuando Castelli se encontró con Karina Chiaretti y su hija, ambas de raza negra, mientras buscaban un pintauñas. Al ver a Chiaretti, Castelli comenzó a gritar, para sorpresa de los presentes, insultos racistas como “macaca, no me gustan los negros”, “negros a la favela” o “los negros deberían tener prohibido el acceso a los centros comerciales”.
Ante tal espectáculo, las otras dos personas negras que acabaron interponiendo la denuncia, Suelen Mariano y Alex Marques, se acercaron a ver qué ocurría. Castelli decidió entonces ensañarse también con ellos en los mismos términos. “Soy superior a vosotros porque vengo de descendientes alemanes” se pudo incluso escuchar de la boca de Castelli. Fue entonces cuando llegaron dos agentes de policía y las tres personas negras pusieron su denuncia contra la anciana.
Esta no es la primera resolución del caso contra Castelli. El primer dictamen del tribunal fue tomado en noviembre de 2014. Éste condenaba a Castelli a cuatro años en régimen semiabierto y a pagar indemnizaciones cercanas a los 10.000 euros para cada una de las personas afectadas. Sin embargo, la defensa de Castelli recurrió hasta conseguir la reducción de condena definitiva que ahora se ha dado a conocer.
Por extraño que pueda parecer este episodio, sobre todo por la severidad de la condena, el racismo está recogido en el Código Penal brasileño y es perseguido por la justicia en un país donde más de la mitad de la población es de raza negra. La victoria de la acusación se ha tomado en el país brasileño como una victoria de la comunidad negra.
Se trata de uno de los episodios que más ha trascendido tras el sucedido en marzo de 2014. Entonces otro hombre de raza negra ganó en su acusación contra la cadena americana de tiendas Walmart después de que dos de sus dependientas le confundiesen con “otro negro ladrón”. Brasil se encuentra en una de sus etapas más activas de persecución de este tipo de episodios.
