El Rey inaugura la legislatura alertando del desencanto de la política

El Rey fue recibido en el Congreso con un gran aplauso de cerca de tres minutos por todos los diputados y senadores, excepto los de Unidos Podemos, PNV y los nacionalistas catalanes que permanecieron en pie, pero sin aplaudir.

EL jefe del Estado, acompañado de la Reina y sus dos hijas, realizó un discurso profundo tocando los principales problemas del país. A todos los políticos les mandó mensajes calros como, mantener "un diálogo permanente" para "resolver los problemas de los ciudadanos"

El nuevo mapa político, una España unida en su diversidad, la corrupción y la necesidad de un diálogo fluido y permanente fueron referencias constantes en el discurso del Rey, que no fue aplaudido por los diputados de Unidos Podemos, que permanecieron sentados en sus asientos y pendientes del móvil muchos de ellos.

Tanto él como la Reina han mostrado un gesto serio, grave. La situación no era sencilla. Desde el entorno de la Casa del Rey había cierta preocupación acerca de la actuación de algunos grupos parlamentarias. ERC y Bildu no asistieron a la ceremonia, Unidos Podemos, PNV y la antigua Convergència no aplaudieron sus palabras.

Su discurso siempre ha girado hablando de diálogo y consenso, en el marco de la Constitución. "Nuestro pluralismo político requiere de un diálogo permanente y de un debate siempre constructivo; reclama que la generosidad, la responsabilidad, el respeto y el entendimiento sean valores permanentes en la vida pública; demanda la voluntad y la capacidad de llegar a acuerdos, de lograr la mayor concentración en las cuestiones básicas; y necesita el compromiso de todos con el interés general para resolver los problemas de los ciudadanos", fue su razonamiento.

Felipe VI ha emplazado a los diputados a dignificar la vida pública y prestigiar las instituciones. "Que estemos, en fin, a la altura de la trascendencia y la seriedad de los retos que España tiene que afrontar", ha dicho, poniendo a la Corona como punta de lanza de esa obligación.

"La obligación constitucional de convocar unas nuevas elecciones generales ante la falta de acuerdo para la investidura de un Presidente del Gobierno en la pasada legislatura, y la eventualidad de una nueva convocatoria electoral, generaron ciertamente inquietud y malestar en nuestra sociedad, desencanto y -por qué no decirlo- distanciamiento de nuestra vida política en muchos ciudadanos, y preocupación en nuestros socios y aliados", aseguró.

La regeneración democrática y la corrupción, también han estado presentes en su discurso. "La regeneración de nuestra vida democrática es una gran conquista que no se agota en sí misma; requiere cuidado y atención para mantener su vitalidad; precisa dedicación y gran esfuerzo para su mejora y perfeccionamiento permanente". En ese diagnóstico que ha realizado, ha destacado la regeneración como "una cuestión de orden en el funcionamiento de nuestro Estado de Derecho, y antecedente necesario para poder recuperar la confianza de los ciudadanos".

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