Pedro Sánchez someterá el pacto de gobierno a los militantes

La decisión la ha planteado ante el Comité Federal, afirmando que buscará un pacto "a izquierda y derecha" y que no hablará de sillones, sino de "programa, programa y programa".

Agencias | Madrid

En la reunión del Comité Federal, Pedro Sánchez, ha expuesto que finalmente va a realizar una consulta a todos los militantes del partido para que ratifiquen el posible acuerdo de gobierno que podría alcanzar para ser investido.

Posteriormente, el acuerdo tendrá que ser después ratificado por el Comité Federal del partido, como se comprometió a hacer el pasado lunes ante los barones.

El secretario general del PSOE ha asegurado en su intervención del Comité Federal, que ha durado algo más de media hora, que la negociación que podría abrirse la próxima semana se celebrará "en abierto, con luz y taquígrafos". Y se ha comprometido con los más críticos a que "Cualquier decisión que se pueda tomar de negociación y de acuerdo tendrá todos los filtros posibles, todas las garantías".

Es decir, el posible acuerdo para que Sánchez sea investido presidente del Gobierno deberá ser ratificado por el Comité Federal y, también, se someterá a una consulta abierta a los casi 200.000 militantes del PSOE.

A vuelto a reiterar el Secretario Gral. del Psoe, que él no va «a ser presidente a cualquier precio» y que si el Rey Felipe VI le encarga buscar apoyos para su investidura, hablará con todos los partidos "con luz y taquígrafos" y dirigiéndose "a izquierda y derecha", en clara refrencia a Podemos y a Ciudadanos.

Con este anuncio, Sánchez manda un aviso a sus barones y a todos los dirigentes del PSOE que llevan semanas tratando de tutelar una negociación que ni siquiera ha empezado. Tanto él, como su equipo piensan que esta estrategia hará que desaparezcan las críticas internas que está recibiendo de un sector importante del partido.

Un aviso a Pablo Iglesias, él no quiere «hablar de sillones o de la composición del Ejecutivo», sino de los problemas de los ciudadanos y de cómo solucionarlos, "de programa, programa y programa".

Conformar un Gobierno progresista y reformista es el objetivo, tendiendo la mano a "derecha e izquierda", poniendo sobre la mesa las principales reformas que necesita España, a su juicio: reforma de la Constitución, un nuevo impulso del pacto de Toledo sobre las pensiones, una reforma del sistema de financiación de los partidos o la eliminación de los aforamientos de diputados y senadores.

"Estas son las grandes transformaciones que vamos a poner sobre la mesa. El para qué condiciona el con quién", ha insistido.

"Lo último que me preocupa es mi futuro", ha afirmado el líder del PSOE, que ha insistido en que lo que le "preocupa es el futuro de los españoles" y en que por eso no está dispuesto a que el PP vuelva a acometer "políticas de derechas" durante otros cuatro años.

Sánchez ha afirmado que él no ambiciona un "sillón", sino unos ideales, que son por los que se afilió al PSOE, los de "libertad, igualdad, justicia social y paz", "valores que han defendido grandes presidentes como Felipe González, José Luis Rodríguez Zapatero".

Además, ha lamentado en su intervención y en alusión a Podemos que durante las últimas semanas los socialistas hayan sido víctimas de la "arrogancia y los desplantes". Pero ha justificado que él ha contestado con "respeto" porque en eso, ha añadido, "también somos distintos a otras formaciones políticas". Esta frase ha levantado uno de los mayores aplausos de su discurso.

Sánchez, ha mandado un mensaje de unidad al partido, afirmando que el PSOE va a demostrar que "es uno" y que está dispuesto a dar un paso al frente, sin eludir sus responsabilidades.

Para terminar ha recordado que el Psoe reformó dos veces España y lo hará una tercera "Estamos en pie para transformar otra vez España. Lo hicimos dos veces y lo volveremos a hacer una tercera".

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