Los directivos de Caja Madrid también pagaron coches de lujo con las tarjetas B

  • Los ejecutivos conducían vehículos que costaban 100.000 euros

En un excelente artículo que publica hoy el diario El Mundo, edición digital, se describe como toda la cúpula de directivos de Caja Madrid, cargaron a las tarjetas B coches de alta gama, según el documento aportado por Anticorrupción a la investigación del 'caso Bankia'.

Así se relata que vehículos de la marca Audi, con inserciones de madera de nogal, cortinas y cuero negro, por 102.751 euros. BMW berlina con volante deportivo de cuero, por 97.783 euros. Mercedes Clase SL cabrio, de dos puertas, por 96.804 euros. Los directivos de Caja Madrid adquirieron coches de muy alta gama en condiciones de 'leasing' a costa de la entidad, llegando a cargar parte de esos gastos, en ocasiones, a sus tarjetas B. Así lo revelan los contratos de los coches y los correos intercambiados entre directivos.

«Ildefonso, [...] Prefiero que el exceso del coche (21.800 euros según tu dato) lo deduzcas del límite de la tarjeta en lugar de la variable. Gracias». Así se dirige Mariano Pérez Claver, ex directivo de Caja Madrid y antiguo presidente de SOS Cuétara y NH Hoteles, al director financiero de la entidad, Ildefonso Sánchez Barcoj, en un correo electrónico remitido el 26 de febrero de 2009, un año antes de la salida de Miguel Blesa de la caja. En este documento, aportado por Anticorrupción a la investigación de las tarjetas B del 'caso Bankia', el citado ejecutivo deja constancia del uso que hizo de su tarjeta para cargar gastos relacionados con la adquisición de su vehículo, en lugar de descontarlos de la retribución variable que le correspondía ese año.

Precisamente, Corporación Financiera Caja Madrid, filial que Pérez Claver presidió entre 2003 y 2009, encargó un coche para su presidente a finales de 2008, siete meses antes de que éste dejara el cargo, en condiciones de leasing. El vehículo en cuestión fue un Mercedes Clase SL 500 Cabrio, de 338 CV, dos puertas, automático, de color negro obsidiana metalizado. El precio del coche fue de 96.804 euros, según consta en el contrato.

Pérez Claver gastó entre 2003 y 2010 una media de 47.400 euros al año. En 2009, su cargo a la tarjeta B fue de 43.700 euros. Un año antes había sido de 39.100 euros. Es más, en el mismo correo, este ex consejero ejecutivo de Caja Madrid reconoce a Sánchez Barcoj que olvidó reportarle que había cobrado 9.900 euros en dietas en 2008 de BME (Bolsas y Mercados Españoles), donde era consejero.

Este correo forma parte de otros 13 que fiscal Alejandro Luzón aportó al juez de la Audiencia Nacional Fernando Andreu para la investigación del uso de tarjetas B entre directivos y consejeros de Caja Madrid y de Bankia.

Coches de alta gama por valor de un millón de euros

El Mercedes deportivo de Pérez Claver era el segundo más barato de los coches pagados con las tarjetas B, con un precio de 96.804 euros.

Este coche tenía todo tipo de extras, según figura en los contratos que tiene este periódico y que descubrió la Asociación Contra la Corrupción y por la Regeneración Social (Accors) a partir de una investigación en Caja Madrid. El Mercedes, de color «negro obsidiana metalizado», incluía un sistema de sonido con altavoces Bose, llantas de aleación, levas de cambio en el volante y la preinstalación para usar el móvil. Se trata de un coche deportivo de dos plazas con 388 caballos de potencia, aunque no tan potente como el BMW 750i de su compañero Matías Amat Roca, otro de los miembros de la ejecutiva. Ese BMW, que costó 97.783 euros tenía 407 caballos, e incluía una larguísima lista de extras como un techo solar, cámara de marcha atrás, volante deportivo de cuero, calefacción en los asientos y llantas de aleación.

Pero, aun así, tampoco era este el coche más caro. Los contratos de esos coches incluyen otro Mercedes SL 500 cabrio de 97.294 euros, un Audi A6 Avant TDI V6 (éste era el más barato: 58.519 euros) y, finalmente, seis Audi A8 de 450 CV a nada menos que 102.751 euros por unidad.

Es decir, en 10 coches de leasing, la cúpula de Cajamadrid gastó casi un millón de euros.

Entre los detalles más lujosos de los vehículos se llevan la palma los seis Audi A8 de color «azul noche efecto perla», según los contratos, a los que se insertó en todos los casos cuero negro, madera de nogal en negro, navegadores con DVD, cortinas traseras y teléfonos. Además, como última opción, también se añadieron unos toques en madera de nogal color «marrón seda mate».

Por algún desconocido capricho de su futuro conductor, el Audi A6 tuvo que ser traído desde Viena, y de hecho el contrato de leasing está redactado en alemán, aunque pese a eso resultó 45.000 euros más barato que los Audi A8.

El resto de coches se adquirieron por Caja Madrid a través de ING Car Lease, que a su vez proporcionó los coches desde diferentes concesionarios de Madrid. las fechas de entrega oscilaron entre el curso del año 2008 y los primeros meses de 2009, según los casos.

Llama la atención en los contratos que, excepto en los casos de Matías Amat y Pérez Claver, no se sabe a qué miembros iban destinados los coches, porque en el apartado del conductor sólo pone «persona autorizada». Este periódico llamó a Bankia para saber a quiénes habían pertenecido esos vehículos de lujo, pero dijeron que no tenían los datos.

Además, desde la entidad con la que se fusionó Caja Madrid explicaron que, tras estallar los diversos escándalos de la caja de ahorros madrileña, se rescindieron esos contratos de leasing. Eso le supuso al banco pagar una indemnización a las empresas que les alquilaron los coches por finalizar el contrato antes de tiempo, ya que el plazo de duración era de 48 meses.

Fuente: elmundo

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