Leopoldo López, que se encuentra refugiado en la embajada espalola en Caracas desde hace unos días, compareció ante los medios para anunciar una quiebra del estamento militar y nuevos levantamientos de las fuerzas armadas.
Sobre la orden de detención emitida por un tribunal de Caracas, dijo "que no le tiene ningún miedo". "No quiero volver a la cárcel, la cárcel es un infierno, pero también quiero dejar muy claro que no le tengo miedo a la cárcel, como no le tengo miedo a Maduro, como no le tengo miedo a la dictadura , como no le tengo miedo a ninguna de las armas represivas que Maduro tiene hoy a su disposición, que es lo único que le queda y ni siquiera tiene eso consolidado para tratar de intimidar".
El Gobierno español, por su parte, ha descartado la entrega de López y ha recordado que sus sedes diplomáticas gozan de inmunidad.
López asegura que todas las acciones de esta semana son parte de un plan que busca la salida de Nicolás Maduro y un Gobierno de transición.
"Para que los militares se vayan con Estados Unidos debe pasar algo y es que Maduro se vaya por su propio pie. Pero ellos ahora mismo tienen el control y la distribución de los alimentos, el control y la explotación del petróleo....por lo tanto, en estos momentos, no tienen incentivos para abandonar a Maduro", opina Ernesto Pascual, catedrático de Ciencias Políticas, UOC, Barcelona
Por último, Leopoldo López dijo haberse reunido con "comandantes y generales" en su casa mientras estaba bajo arresto domiciliario en las últimas tres semanas, antes de que el levantamiento frustrado a principios de esta semana para derrocar al presidente Nicolás Maduro.
