Estas elecciones costarán 8,28 millones de euros más que las últimas celebradas en 2016 donde se gastaron 130 millones. Debido a lo imprevisto de estas elecciones generales se ha tenido que disponer partidas extraordinarias por parte del Gobierno. El incremento será del 6,3%, debido al incremento de algunas partidas y del IPC.
El crecimiento de este gasto viene dado por pequeños incrementos de distintas partidas. A su vez, se aumentará la dieta que reciben los ciudadanos que se encargaran de las mesas electorales. En 2016 cobraron 63 euros por persona y participaron en esta actividad un total de 172.000 personas.
El presupuesto de 139 millones servirá para poner en marcha todo el proceso electoral, desde el trabajo de Correos hasta el despliegue de los miembros de Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado.
Pero Correos es el apartado más caro de estas elecciones, ya que se destinaron un total de 48 millones en las pasadas elecciones, se prevé que en estas elecciones las cifras sean parecidas. El gasto electoral también incluye la organización de los colegios electorales, las diferentes papeletas y sobres, montaje de urnas y mesas electorales, las cabinas de votación y el traslado de electores que lo necesitan. Este apartado supuso en 2016 un total de 5,1 millones.
Esto no son los únicos gastos electorales, las subvenciones electorales a los partidos políticos es un apartado que supone un gran gasto. Aunque este gasto no está incluido en esos 139 millones, se llevará a cabo tras las elecciones. Este año se subvencionará con más de 21 millones de euros cada escaño del Congreso y del Senado que se obtengan el 28 de abril, misma cantidad que en junio de 2016.
Por otra parte, se subvencionará con 810.000 euros cada uno de los votos obtenidos por cada uno de los votos conseguidos en la candidatura al Congreso.
El presupuesto de los partidos para la campaña estará limitado, podrán gastar un máximo de 13,65 millones de euros, cifra a la que solo se acercan PP y PSOE.
