- Bildu y PP, los dos únicos partidos con los que la Dirección General del PSOE no permite pactar a sus equipos de gobiernos. En una información publicada por El País, estas dos formaciones marcan la línea roja que no deben traspasar los gobiernos socialistas que se puedan formar por el territorio nacional.
Aunque hay cierta reticencia a colocar a los populares en la misma línea que a la formación vasca, por lo que parece, Pedro Sánchez no quiere que el PSOE tenga nada que ver con el Partido Popular. Dos partidos que tradicionalmente han gobernado por separado y con mayorías, normalmente, pero que con el nuevo escenario político hace que la política de pactos, como ya hemos visto en Andalucía donde Susana Díaz sigue negociando con PP, Podemos, C's e IU para que apoyen su investidura, sea una política más que vital en la situación actual.
En Fuenlabrada, la situación, como hemos conocido con nuestra última encuesta, tiene pinta de ser como en el resto del país: gobiernos pero sin mayoría. Así que siguiendo las directrices de Pedro Sánchez, el PSOE fuenlabreño no debería plantearse siquiera pactar ni líneas generales con el partido que dirige Sergio López.
“El PP es nuestro adversario. Al final, solo este partido o nosotros seremos capaces de formar una mayoría parlamentaria”, explica un candidato autonómico socialista según ha informado el conocido diario. La misma libertad que Susana Díaz tiene para conseguir ser investida presidenta de Andalucía, la tendrán los demás; lo que un candidato autonómico denomina “el café para todos”.
Sí quedará claro que los candidatos socialistas no van a negociar coaliciones de Gobierno, sino líneas generales para que les apoyen en sus investiduras. Ciudadanos, Podemos, Izquierda Unida, alguna fuerza regionalista, o nacionalista, como Compromís en Valencia, son fuerzas políticas con las que el PSOE puede establecer diálogo en torno a la investidura.
Aún queda mucho por negociar desde Ferraz ya que el proceso de acuerdos no partirá desde la dirección, sino que habrá “un comité federal de muchas horas de duración en la que cada candidato y secretario general de federación exponga qué ha ocurrido en su territorio y qué opciones se abren”, según fuentes internas del partido. “El comité federal tendrá una posición flexible y atenderá la información y la posición de cada uno de los afectados”.
