Se mejorará la movilidad de los ciudadanos de Leganés, Fuenlabrada, Usera y Carabanchel

La línea 11 de Metro contará con cuatro nuevas estaciones

La Comunidad de Madrid está impulsando la ampliación de la línea 11 de Metro para mejorar las opciones de movilidad de todos los usuarios del sistema de transporte público de la región y, especialmente, de las más de 800.000 personas que viven en el municipio de Leganés y en los distritos madrileños de Carabanchel, Usera, Arganzuela y Retiro.

El objetivo de esta ampliación, en la que el Gobierno regional lleva un año trabajando, es conectar las estaciones de Plaza Elíptica (cabecera de la línea 11) y Conde de Casal (línea 6).

El proyecto para extender una línea que actualmente une La Fortuna (Leganés) con Plaza Elíptica empezó a redactarse el julio de 2018. La consejera en funciones de Transportes, Vivienda e Infraestructuras, Rosalía Gonzalo, ha presentado hoy en la estación de Conde de Casal la opción más viable según los técnicos, que finalmente se han decantado por desarrollar un trazado de algo más de 6,3 kilómetros con cuatro nuevas estaciones. El proyecto de esta nueva infraestructura acaba de cumplir el trámite de información pública.

Cuatro estaciones más y un nuevo intercambiador

La alternativa seleccionada parte de Plaza Elíptica y ubica una nueva estación de la línea 11 de Metro en el entorno de Madrid Río, con salidas a Paseo de Santa María de la Cabeza y Paseo de Yeserías.

A partir de ahí, el trazado se acercaría lo más posible a la actual estación de Palos de la Frontera, donde conectaría con la línea 3 del suburbano, y seguiría su camino para conectar también con la estación de Atocha Renfe (línea 1, Cercanías y Alta Velocidad).

La ampliación llegaría hasta Conde de Casal (línea 6), donde el proyecto presentado por Gonzalo contempla la construcción de un gran intercambiador de transportes que acogerá, además, las terminales de los autobuses interurbanos que conectan la capital con los municipios del corredor de la A-3. Ésta es una de las alternativas que se han sometido a información pública durante un mes, para que particulares y entidades hayan aportado su opinión y presentado alegaciones.

Tras el estudio y análisis de estas aportaciones, se elaborará una propuesta final que será elevada a la Consejería de Medio Ambiente y Ordenación del Territorio, encargada de elaborar la preceptiva evaluación de impacto ambiental del proyecto en un plazo máximo de cuatro meses.

Superado el trámite ambiental ya será posible adjudicar el proyecto, que tendrá un coste superior a los 300 millones de euros y cuyas obras podrían empezar a lo largo de 2020.

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