Guillermo Zapata renuncia a su puesto de concejal de Cultura en Madrid

La polémica por los chistes de Guillermo Zapata en 2011 vinculados a una conversación/reflexión sobre los límites del humor le ha traído el primer quebradero de cabeza a Manuela Carmena, recién nombrada alcaldesa de Madrid. En el día de ayer, tras un largo fin de semana pidiendo su dimisión, el propio Zapata ha renunciado a la concejalía de Cultura que le adjudicó Carmena el sábado. La alcaldesa ha aceptado su renuncia y ha dejado a Zapata que continúe con su acta de edil, pero realizando su trabajo como vocal en el distrito Fuencarral-El Pardo. 

El concejal ya había dejado claro que "no le importaba" tanto su cargo de concejal como que nadie pensara que el contenido de los tuits representaba sus ideas, y asumía su responsabilidad. Y ya por la tarde, Zapata explicó que deja su puesto porque "la polémica sobre mis tuits puede condicionar mi labor al frente de la concejalía de Cultura" ya que "el debate sobre el humor negro" tiene relación directa con esas competencias culturales.

"La libertad de expresión tiene que ver con lo que uno puede o no decir, no con las consecuencias que eso pueda tener. Por eso pido perdón y asumo las consecuencias", ha dicho Zapata, que ha reiterado que "que haya un escrutinio sobre los tuits de los que ahora somos parte del ayuntamiento, es normal, otra cosa es la reacción que eso pueda generar".

"Estamos hablando de haber generado dolor, no es un debate sobre las expresiones de opiniones políticas, sino sobre el dolor. Nos ha abrumado haber hecho daño a las víctimas. Si yo considerara que estamos hablando solo de opiniones políticas, no estaría aquí, sino que se ha producido dolor sobre quien no lo merecía y puede afectar a un área completa sobre nuestro gobierno", de esta manera Zapata explicaba el por qué de su adiós de la concejalía de Cultura.

Zapata ha reconocido haber "tenido una breve conversación con el padre de Marta del Castillo", y que escribirá "cartas a personas que se hayan podido ver afectadas de manera directa, en especial a la comunidad judía". "No soy antisemita y mi respeto hacia las personas víctimas de violencia es absoluto independientemente de lo que puedan trasladar los tuits y las bromas a las que he hecho referencia antes", ha insistido.

La alcaldesa, Manuela Carmena, y Zapata hablaron antes de la rueda de prensa como confirmó el propio concejal: "Le he explicado que los términos del debate sobre mis tuits podrían afectar a mi trabajo en el área de Cultura, hablamos sobre la libertad de expresión, el humor negro y lo que hiere… Eso puede perjudicar el área de cultura de Ahora Madrid y en ese sentido me parecía que era un ejercicio de responsabilidad quitarme de en medio".

 

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