La modificación de la ordenanza de tenencia y protección de animales en espectáculos, más concretamente circos, es un hecho. Los circos tendrán el margen de un año desde la aprobación de la ordenanza para modificar su negocio.
La Junta de Gobierno de la capital aprobó en enero esta ley considerando que no se cumplían “las condiciones fisiológicas, mentales y sociales de los animales” ni respetar el bienestar de los mismos. Para elaborar esta modificación se ha llevado a cabo la realización de consultas previas tanto con asociaciones de protectoras de animales como con las asociaciones de los propios circos.
Son seis las comunidades autónomas que prohíben los circos con animales desde 2015. La primera fue Cataluña a esta le siguieron Islas Baleares, La Rioja, Galicia, Murcia y la Comunidad Valenciana.
Pese a que en Madrid no está prohibido, varios ayuntamientos de la Comunidad no lo permiten, entre los que se encuentran Fuenlabrada, Leganés, Alcalá de Henares, Móstoles, Getafe, Alcobendas, Alcorcón o San Sebastián de los Reyes.
Esta nueva medida supone un nuevo triunfo de los animalistas, que en estas dos semanas han visto conseguidos dos triunfos vitales. Por un lado, la prohibición del Toro de la Vega y ahora la de utilizar animales salvajes en los circos.
En este Pleno también se ha dado luz verde al plan municipal para frenar la conversión de viviendas de alojamientos turísticos, entre otras cosas.
