Un informe emitido por el Consejo General de Enfermería delata numerosas deficiencias en la gestión de la crisis del ébola, y denuncia el modo en que se ha intentado responsabilizar a Teresa Romero de todo lo ocurrido.
El Consejo General de Enfermería ha presentado un informe con respecto al tratamiento de los pacientes de ébola en España, atendiendo al cumplimiento de protocolos, la formación y el desempeño de los profesionales al cargo. Las conclusiones de este informe, en efecto, no son nada halagüeñas, y de ellas se extrae no sólo que los cuidados y procedimientos han sido insuficientes sino que, también, se han vulnerado varias leyes.
Este órgano, regulador de 260.000 médicos y enfermeras, ha investigado todas las circunstancias que concurrieron alrededor del contagio de ébola por la auxiliar de enfermería Teresa Romero, y este martes el presidente de la entidad, Máximo González Jurado, ha denunciado las deficiencias producidas. A su juicio, "no se ha hecho lo posible por minimizar un posible riesgo de contagio" y lamenta, en el caso concreto de Teresa Romero, que "nunca va a poder saberse lo que ha ocurrido porque ha habido muchos factores de riesgo implicados". Por último, y en relación a las supuestas negligencias que cometió la auxiliar de enfermería, declara que "Desde el primer momento tuvimos claro que se iba a culpabilizar a Teresa del contagio. Jamás es el sistema el que se equivoca sino los profesionales, y sabíamos que iba a haber un chivo expiatorio".
Por su parte, Teresa ya ha pasado la segunda prueba que descarta que el virus siga en su organismo, y si todo va bien mañana será trasladada a planta. La portavoz de la familia, Teresa Mesa, ha señalado que su marido, Javier Limón, está "muy contento", y que ya cuenta con un abogado para emprender acciones legales en relación al modo en que fue gestionado todo el asunto de su mujer.
