El nuevo propietario de Twitter, Elon Musk, también dueño de Tesla, ha ejecutado el despido de la mitad de los empleados de la compañía, esto son más de 3 700 personas, según diversos medios estadounidenses.
Debido a que los despedidos han recibido un simple correo electrónico o el corte de los canales de comunicación interna, ha llevado a cinco de estos trabajadores a interponer una primera demanda, por despido improcedentes, al no respetar el preceptivo preaviso de 60 días (la Warn Act), explica una abogada laboralista.
"Esta es una forma muy inusual de llevar a cabo despidos, especialmente en Silicon Walley. A menudo, en Silicon Walley, muchas tecnológicas no quieren hacerlos públicos porque temen mucho más el impacto negativo a nivel de relaciones públicas que en esta situación", comenta Wendy Musell.
Esta decisión ha tenido sus primeras consecuencias. Una caída notable de ingresos por la retirada de anunciantes. Una retirada que Elon Musk atribuye a "grupos activistas" que presionan a las empresas.
En uno de sus últimos tuit justifica la medida "porque no tiene elección" ya que la compañía está perdiendo "unos cuatro millones de dólares diarios", para añadir que ha ofrecido tres meses de indemnización a los despedidos, que representan un 50% más de la cantidad establecida legalmente.