Después de que ayer anunciase Griñán que dejaría la política para no entorpecer a Susana Díaz, hoy se ha conocido que Manuel Chaves, expresidente de Andalucía y actual diputado nacional del PSOE, de 69 años, concluirá su vida política al final de la presente legislatura del Congreso, dentro de siete meses. No volverá a concurrir en ninguna candidatura.
Unas salidas claves para desatascar el conflicto de la investidura de la actual presidenta de Andalucía ya que la oposición andaluza, singularmente Ciudadanos y Podemos, han puesto la renuncia de ambos políticos socialistas como condición imprescindible para facilitar la investidura de Díaz aunque aún queden condiciones por cumplir.
La diferencia entre la renuncia de Griñán y la de Chaves viene dada porque la dirección del PSOE no va a pedirle que deje su escaño, según confirman fuentes de la dirección socialista. Al tiempo avalan la certeza de que el expresidente andaluz no figurará en ninguna lista cuando termine su mandato, con la legislatura. Chaves aún no se muestra explícito públicamente. “Cuando tome una decisión, lo comunicaré” dijo este jueves a EL PAÍS. “La decisión de Griñán hay que ponerla en relación con su dependencia del Parlamento andaluz y en la proximidad de que haya nuevos senadores por designación autonómica”, apostilló para marcar la diferencia, toda vez que la lista de senadores va a ser renovada de inmediato.
Aunque los tiempos marcados por Chaves pueden verse alterados si el Tribunal Supremo decide imputarle algún delito. La dirección federal le pedirá que deje el escaño, según se ha comprometido públicamente Pedro Sánchez en numerosas ocasiones.
