51 políticos son arrestados en pocas horas acusados de cobrar comisiones ilegales

Un gran número de políticos han sido detenidos a lo largo de la mañana por haber cobrado presuntamente comisiones ilegales de 250 millones de euros. Francisco Granados, antiguo hombre de confianza de Esperanza Aguirre, es uno de ellos.

Esta mañana se han ido sucediendo sin pausa las detenciones de altos cargos políticos, 51 concretamente (hasta donde se tiene noticia), en el marco de una trama por la cual todos ellos habrían firmado adjudicaciones públicas por valor de 250 millones de euros a cambio de comisiones ilegales. Y eso, según ha informado la Fiscalía por medio de un comunicado, tan sólo en los dos últimos años, y extendiéndose por los ayuntamientos y comunidades autónomas de Madrid, Valencia, León y Murcia.

El nombre más destacable de los imputados es el de Francisco Granados, quien fuera número 2 de Esperanza Aguirre y un político de proyección fulgurante. No ha pillado por sorpresa esta medida, sin embargo, pues desde hace prácticamente un año la Fiscalía Anticorrupción tenía abiertas diligencias de investigación contra él por ocultar al menos 1,5 millones de euros de origen, supuestamente, ilícito, en Suiza. El inicio de este proceso ya había contribuido a que Francisco Granados, después de ser Secretario General del PP madrileño (y sospechoso de haber liderado la trama de espionaje contra adversarios políticos de Aguirre en 2008), abandonara su escaño como senador y diputado de la Asamblea de Madrid, y acabara buscando cobijo como asesor en el lugar donde trabajó antes de dedicarse a la política: la entidad bancaria Société Générale.

La operación ha estado dirigida por el Juzgado Central de Instrucción Número 6 de la Audiencia Nacional, comandado por el magistrado Eloy Velasco, y la Fiscalía Especial contra la Corrupción y el Crimen Organizado. En concreto, a la trama se le imputan los delitos de Blanqueo de Capitales, Falsificación de Documentos, Delitos Fiscales, Cohecho, Tráfico de Influencias, Malversación de Caudales, Prevaricación, y un largo e infame etcétera.

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